Así se ha pronunciado Bosch en declaraciones en la Cámara Baja, tras insistir en que los "conflictos políticos colectivos" no se dirimen "en los tribunales", sino "en las urnas".
"Prohibir las urnas no es un atentado contra el independentismo, la democracia o el catalanismo, atenta contra la decencia y la dignidad de las personas", ha proclamado, haciendo hincapié en que los catalanes no son "menos personas que los escoceses". "Nosotros queremos votar, somos gente normal, digna, con nuestros derechos y libertades", ha apuntado.
Preguntado si esa condición de "gente normal" les permite desobedecer las decisiones del Tribunal Constitucional, el dirigente independentista ha contestado que ERC no quiere "enfrentarse a ningún tribunal y menos al Constitucional", al que, ha añadido, respetan "profundamente".
HASTA LAS URNAS
Eso sí, ha tildado de "política" la suspensión del proceso abierto en Cataluña. "Nos sabe muy mal esta resolución del Constitucional", ha dicho, tras dejar claro que entre seguir el mandato del tribunal y el de los catalanes, optarán por la segunda opción.
"Eso es obediencia ética a quienes representamos, a quienes nos han votado y con quienes nos hemos comprometido, eso es la máxima obediencia en política", ha insistido, agregando que esa obediencia "llegará hasta las urnas, que es donde debe llegar" y enfatizando que "el pueblo de Cataluña no es culpable de nada" y "no se le puede juzgar a un pueblo entero". "Hay que dejarles votar y decidir sobre su futuro", ha zanjado.