Ernest Maragall ve relativiza el asedio al Parlament y cree "desproporcionado" que se juzgue en la Audiencia Nacional

EUROPA PRESS 03/04/2014 13:15

El exconsejero socialista Ernest Maragall, ahora en las filas de Esquerra para las europeas, ha hecho un alegato final en el juicio por el asedio al Parlament para afirmar que es "desproporcionado" que estos hechos se enjuicien en la Audiencia Nacional y en "el peor de los casos" podrían calificarse como faltas, pero en ningún caso como delitos.

"Yo pienso que esto es desmesurado en el planteamiento en que se formula en términos penales y desde mi punto de vista, que no es jurídico y por lo tanto es perfectamente discutible, podríamos estar hablando de faltas en el peor de los casos pero no de delitos", ha afirmado Maragall por videoconferencia desde la sede del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.

Ha recordado que ya manifestó en fase de instrucción que él estaba "absolutamente" a favor de resolver este asunto por la "vía del diálogo y la mediación". "Solicité que este caso no tuviera que ser visto en la Audiencia Nacional porque me parecía desproporcionado en el sentido de la calificación penal", ha agregado.

Ante las dificultades de la traducción, Maragall ha pasado del catalán al castellano para cerrar su intervención. "Respondo en castellano y acabamos antes", ha dicho, para señalar que solo encontró la "legítima presión" de los concentrados, que no le faltaron el respeto y manifestaron pensamientos diferentes, algo que debe aceptarse "como parte de la normalidad democrática".

Maragall ha señalado que ese día fue asistido por los Mossos para acceder a la Cámara, la cual modificó el orden del día ante la ausencia de varios diputados y del propio 'president'. "No es la primera vez que había alteraciones del orden del día, pero la novedad es que se produce por estas circunstancias", ha remachado.

INSULTOS Y ESCUPITAJOS CONTRA CONVERGENTES

Poco antes, el consejero catalán Santiago Vila y el portavoz de CiU en el Parlament, Jordi Turull, han testificado en catalán coincidiendo en que el asedio del 15 de junio de 2011 consiguió alterar el desarrollo de la sesión plenaria en la que estaba previsto aprobar los presupuestos catalanes y los manifestantes fueron más allá de una mera protesta al bloquear el paso de los diputados.

El consejero de Territorio y Sostenibilidad, Santiago Vila, ha declarado por videoconferencia desde la sede de la Generalitat para afirmar que no sufrió ninguna agresión, pero sí le "tiraron agua" y dirigieron "insultos, escupitajos". "Lo relevante es que conseguimos no dejarnos vencer por el miedo, pero evidentemente nos asustamos", ha añadido.

Vila, que fue ayudado por los Mossos para lograr entrar a la Asamblea, ha dicho no tener la percepción de haber padecido "daños psicológicos" y ha indicado que la sesión ordinaria comenzó con retraso cuando la mayoría de parlamentarios llegaron y quisieron "enviar un mensaje de que estábamos todos más o menos serenos y debíamos retomar lo que habíamos venido a hacer".

Por su parte, el líder de CiU en el Parlament, Jordi Turull, ha relatado que una multitud le arrinconó aquel día cuando se encontraba con el diputado invidente Josep Maria Llop mientras les dirigían "todo tipo de improperios". Tras un momento de "tensión" en el que un exaltado intentó arrebatar a Llop su perro guía, lograron huir y finalmente refugiarse en la comisaría de Sant Martí.

"Sentí desconcierto y miedo porque no sabía como acabaría", ha proseguido Turull, para indicar que accedió en helicóptero a la Cámara autonómica y que la sesión comenzó con una media hora larga de retraso. A su juicio, los Mossos se vieron "sobrepasados" por la cantidad de gente y la tensión del momento, aunque ve "gratuito" entrar a valorar el dispositivo policial.

A petición de la defensa, ha declarado el entonces miembro de 'Acampada Bcn' Ibai Arbide para afirmar que los indignados querían "detener los planes" del Parlament pero no a sus miembros. "Era un lema mediático. Las únicas agresiones que vi fueron las de los Mossos contra los manifestantes sentados en el suelo", ha dicho.

Poco antes, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, afirmara desde su despacho que nunca había vivido una manifestación como la del 15 de junio de 2011 y que estaba preocupado por la imagen de la "realidad catalana y de sus instituciones". Ha añadido que recurrió a un medio "excepcional" como el helicóptero ante la "violencia" y la "coacción" de los manifestantes para lograr acceder a la Cámara.

Estos testigos se han pronunciado así durante la cuarta sesión del juicio que se sigue contra 19 acusados por asediar la Cámara autonómica para protestar contra los recortes e impedir que los parlamentarios votaran los Presupuestos, unos hechos por los que el Fiscal pide cinco años y medio de cárcel y Manos Limpias nueve años de prisión para cada uno de ellos.