En un comunicado, el Departamento de Interior del Gobierno vasco explica que el objetivo del despliegue policial será "el de preservar los derechos de todos los ciudadanos, de manera que, quien desee secundar la huelga, pueda hacerlo libremente, al igual que quien opte por acudir a su trabajo". Este operativo estará coordinado por una mesa de crisis central, dirigida por el viceconsejero de Seguridad, Miguel Buen.
De esta forma, la Ertzaintza movilizará durante la jornada de huelga a la totalidad de los agentes que componen los tres turnos diarios de trabajo de la División de Seguridad Ciudadana, incluidas la Brigada Móvil y la Brigada de Refuerzo.
Su pretensión es incrementar la presencia de agentes en las calles y en las vías de comunicación "para atajar los posibles incidentes de orden público que se puedan producir". La División de Tráfico, por su parte, se desplegará en la red de carreteras para intervenir ante posibles cortes en ella.
A estos efectivos se sumarán los de otras unidades especializadas, incluidas las operativas y las de investigación. Los agentes, en conjunto, prestarán atención preferente a lugares y horarios especialmente sensibles, como los polígonos industriales en horas de entrada, las vías de comunicación, centros escolares, terminales de transporte público, zonas comerciales, etc., "atajando la acción de posibles piquetes violentos que traten de coaccionar la libre decisión de los ciudadanos".
El despliegue policial se pondrá en marcha desde esta misma noche y se mantendrá durante toda la jornada del miércoles. En este sentido, Interior ha explicado que "la premisa fundamental del esfuerzo policial será garantizar que quienes deseen acudir a sus puestos de trabajo puedan hacerlo con total libertad, lo mismo que quienes deseen ejercer su derecho a secundar la huelga".