Un 35 por ciento de los encuestados, en cambio, opina que el acuerdo es positivo y que, por tanto, se debe mantener, frente a un 15 por ciento que no tiene una opinión formada al respecto.
Los más críticos con el acuerdo, cuestionado por las organizaciones de defensa de los derechos humanos, son los entrevistados que se identifican como votantes de izquierda, mientras que en el espectro ideológico de la derecha dominan las posiciones a favor del acuerdo.
Atendiendo al nivel educativo de los entrevistados, el rechazo al acuerdo va aumentando con el nivel de estudios, mientras que entre los que tienen estudios más básicos las posiciones de aceptación igualan a las posturas de rechazo.
El sondeo se realizó con una muestra de 1.002 residentes en toda España entre el 17 y el 28 de octubre y sus resultados se han hecho públicos este martes en un acto en la sede del think tank.