Las familias de los cuatro niños muertos y la decena de heridos en el hundimiento del túnel de bateo del estadio municipal de béisbol de Sant Boi de Llobregat (Barcelona) se han mostrado satisfechas con el acuerdo alcanzado con las defensas de los acusados y el consistorio por el que recibirán 2,2 millones de euros de indemnización y los imputados evitarán la cárcel.
Antes de entrar en la Ciudad de la Justicia de Barcelona, donde se ha celebrado el juicio y en el que la firma de conformidad ha evitado que los tres acusados tuviesen que declarar, las familias han resaltado que lo importante es que los técnicos imputados reconocen que el túnel estaba mal construido.
"La obra era una auténtica porquería; cuatro paredes y un techo mal puesto", han asegurado sobre las deficiencias de la infraestructura deportiva los padres de las víctimas en un manifiesto leído a los medios ante de comenzar el juicio.
El juicio ha sido muy breve, pues se ha formalizado el acuerdo por el que el constructor, la ingeniera y el arquitecto técnico han aceptado una condena de dos años de cárcel, lo que implica que han admitido que cometieron un delito aunque en la práctica no ingresarán en prisión.
Precisamente, según ha explicado el abogado de las familias de los cuatro fallecidos y cinco niños, Josep Maria Fuster Fabra, la condición básica que han puesto encima de la mesa es precisamente que existiese "una condena por homicidio imprudente y que el Ayuntamiento reconociese su responsabilidad".
Hasta ahora, la actitud del Consistorio era la de mantener que el único culpable del accidente había sido el viento, pero ya cuando se practicó la prueba pericial se pudo comprobar que existían defectos en la construcción, pues el techo no estaba unido ni con hormigón ni hierro, produciéndose con el viento "el efecto vela", ha explicado el abogado.
Sin embargo, el pasado martes se celebró un pleno extraordinario en el Ayuntamiento en el que se aprobó por unanimidad el preacuerdo alcanzado por el consistorio con las aseguradoras y con los abogados de los imputados y de las víctimas.
El Ayuntamiento, que no ha aceptado preguntas de los periodistas sobre el accidente y el juicio, ha insistido a través de su abogada en la causa, Maria Saló, en "las circunstancias meteorológicas excepcionales" del día en que se produjo el accidente.
Ha defendido que el Consistorio ha hecho todo los posible para reparar el daño causado a las familias pero "sin entrar a valorar la pericia de los técnicos que supervisaron las construcción del túnel de bateo".
La sentencia de conformidad entre las partes ha evitado que los acusados tuviesen que declarar, pese a lo que en la breve vista se han visto algunos momentos de tensión tanto dentro como fuera de la sala con reproches de las familiares a los tres técnicos, con lo que los acusados han salido por una puerta alternativa para prevenir mayores incidentes.
FUERTE VIENTO
El suceso se produjo en enero de 2009, en un día con fuertes rachas de viento, cuando el túnel de bateo del estadio de béisbol de Sant Boi se hundió provocando la muertes de cuatro niños y heridas a nueve personas.
Los imputados en el caso eran el constructor del túnel de bateo, la ingeniera y el arquitecto técnico del ayuntamiento, para los que la fiscalía solicitaba cuatro años de prisión y una indemnización global de 1,6 millones; mientras la acusación particular pedía 14 años de cárcel 4 4 millones de indemnización.