Así se desprende de las encuestas realizadas tras las elecciones celebradas el 1 de marzo en ambas Comunidades y hechas públicas hoy por el Centro de Investigaciones Sociológicas.
Los sondeos fueron efectuados una semana después de esas elecciones y antes de que Núñez Feijóo y López tomaran posesión de sus cargos al frente de los Gobiernos de ambas autonomías.
En el caso de Galicia, los ciudadanos valoran a su presidente con 5,19 puntos sobre 10, por encima de la calificación que otorgan al jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero (4,54), a Emilio Pérez Touriño (4,41), a Mariano Rajoy (4,25) y a Anxo Quintana (3,40).
Por su parte, Ibarretxe, con un 5,56, sigue siendo el líder más valorado para los vascos, seguido de la dirigente de Aralar Aintzane Ezenarro (5,28) y del nuevo lehendakari (4,41).
Otorgan 3,87 puntos al presidente de EA, Unai Ziarreta, quien precede en la valoración a Zapatero (3,83), mientras que el líder del PP en el País Vasco, Antonio Basagoiti, es calificado con 2,79 puntos, y Rajoy, con 2 puntos.
Además, sitúan el paro y la economía, por delante del terrorismo, como las prioridades que debe encarar el Gobierno de Patxi López.
Una prioridad que comparten los ciudadanos gallegos, ya que el 54 por ciento cree que el paro debería ser también el asunto más importante para el nuevo Gobierno de la Xunta, mientras que el 25,2 por ciento apuesta por la economía y menos del 4 por ciento elige la educación, la sanidad o la agricultura.
La encuesta en Euskadi refleja que el 39,4 por ciento de los vascos cree que la situación económica es regular, y el 36,3 la califica de mala.
La campaña electoral más valorada es la del PNV, que el 28,2 por ciento califica de buena o muy buena, seguida por la de Aralar (25,9 por ciento) y la del PSE (23,4 por ciento).
El 19,8 por ciento reconoce que a la hora de ir a votar su deseo era "que hubiera una alternativa" en el Gobierno vasco, mientras que un 13,5 afirma que acudió a las urnas para que "el PNV siguiera gobernando", y un 13,3, que lo hizo "para que el PNV saliera" del Ejecutivo.
Asimismo, un 41,1 por ciento habría preferido un acuerdo de gobierno entre PNV y PSE frente al 10,2 por ciento que respalda el acuerdo entre socialistas y populares que finalmente salió adelante.
Los vascos siguen divididos respecto a sus sentimientos identitarios pues el 45,5 por ciento se declara nacionalista frente al 45,6 que afirma lo contrario.
La mayoría (36 por ciento) se siente "tan nacionalista como vasco" frente al 26,2 que se considera "más vasco que español" y al 24,4 que dice ser "únicamente vasco".
Por su parte, la encuesta realizada en Galicia revela que un 68,9 por ciento se considera tan español como gallego y un 18,7 por ciento más gallego que español, mientras que la mayoría de los ciudadanos, un 50,3 por ciento, afirma que es únicamente el gallego y no el castellano la lengua que aprendió de niño en casa.
La mayor parte cree que la situación económica de Galicia es mala o muy mala (un 49,2 por ciento), aunque son más los que ven negativo el panorama económico del conjunto de España (un 56,6 por ciento), mientras que, en lo que respecta a la situación política gallega, el 42,2 por ciento la ve regular y el 35,6 por ciento mal o muy mal.
Son minoría los que creen que la gestión del anterior Ejecutivo autonómico fue buena, si bien la mayor parte considera que, de haber gobernado, el PP lo habría hecho igual en todas las políticas.