El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha asegurado hoy, durante su comparecencia en la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados, que "toma nota" de las peticiones de ilegalización de los partidos 'ultra' que le han realizado los grupos de la oposición. Además ha precisado que el Ministerio que él dirige está "en guardia" ante la proliferación de grupos de extrema derecha pero pide no crear alarma social.
Estas afirmaciones se han producido durante la comparecencia del ministro para explicar la actuación policial tras el ataque de un grupo de ultras a la sede de Blanquerna, cuando representantes políticos catalanes estaban celebrando la Diada el pasado 11 de septiembre.
A lo largo de la mañana varios grupos de la oposición han pedido la ilegalización de este tipo de partidos, por lo que Fernández Díaz ha asegurado que "toma nota" y que no será él el que se oponga a aplicar la Ley de Partidos cuando "de forma grave y reiterada" se produzcan conductas que requieran poner en marcha el mecanismo de ilegalización.
"Tengamos muy presente y la convicción de que yo, como ministro del Interior, estoy para cumplir y hacer cumplir la Ley de Partidos y todo lo previsto en el Código Penal, incluidos los supuestos ilegalización con independencia de la ideología", ha señalado, para criticar que cuando se aprobó dicha ley muchos criticaron que "no se podía ilegalizar ideas".
CON LA GUARDIA LEVANTADA
Fernández Díaz ha asegurado también que el departamento que dirige está "con la guardia levantada" ante la posible proliferación de grupos de extrema derecha radical porque son conscientes del "riesgo que entraña", si bien ha pedido "prudencia" y no generar "alarma social" porque eso sería contraproducente a la hora de luchar contra este fenómeno.
"No generemos una alarma social que es absolutamente inadecuada porque no responde a la realidad. No quiere decir que bajemos la guardia pero no generemos una alarma social", ha insistido durante su comparecencia en la Comisión de Interior en el Congreso, ante la petición de todos los grupos de la oposición de que se investigue y se persiga a estos grupos.
Así, Fernández Díaz ha explicado que en la medida en que se pueda "diagnosticar o detectar un crecimiento exponencial o no" de este tipo de grupos, el Ministerio que dirige va a destinar más recursos a atajar este problema, si bien ha defendido que "no conviene que se le de mucha publicidad" para que esa respuesta sea eficaz.
"Estamos trabajando, seguimos trabajando y vamos a intensificar el trabajo en lo que hace referencia a la investigación y el seguimiento a estos grupos que podemos calificar de radicales y extremistas que quieren violentar la pacífica convivencia en nuestra sociedad", ha aseverado.
TRABAJO DE INTELIGENCIA PREVIO
En este sentido, ha destacado que gracias al trabajo previo de inteligencia e investigación se pudo dar "una respuesta policial inmediata" tras producirse el asalto, y se pudo identificar, detener e imputar a sus autores en 48 horas.
Prueba de la mencionada labor de inteligencia que lleva a cabo la Policía en la persecución de este problema es, según ha detallado el ministro, el hecho de que se tengan contabilizados 46 grupos organizados ubicados en la extrema derecha radical, y que entre 2012 y 2013 se haya detenido a 200 personas de estos grupos. "Vamos a seguir así. Vamos a seguir muy atentos", ha apostillado.
No obstante, ha reconocido que los hechos ocurridos en la sede del Gobierno catalán en Madrid durante la Diada son "un punto de inflexión" que pone de manifiesto que hay que seguir vigilando estos comportamientos, si bien ha lamentado que otros hechos violentos contra instituciones y cargos políticos no hayan recibido la misma condena.
AGRESIONES AL PP EN CATALUÑA Y PAÍS VASCO
Así, ha defendido que "no hay mal que por bien no venga" porque el asalto en Blanquerna sirve para recordar, por ejemplo, que en Cataluña se han producido en lo que va de año 31 agresiones a sedes y dirigentes del PP, los 'escraches' a diputados del PP, o que en el País Vasco algunos grupos que "ahora están en las instituciones" han promovido "reacciones de odio contra otras personas".
"Esto está pasando. Ojalá de este mal podamos extraer otros bienes. Soy de los convencidos de que no hay mal que por bien no venga", ha reiterado, al tiempo que ha pedido a los grupos "contención" y "prudencia" para que las diferencias entre partidos no se conviertan en "un caldo de cultivo para los extremistas". "En ese caldo de cultivo es donde nacen determinadas patologías", ha advertido.