El Gobierno español da prácticamente por hecho que la candidatura del ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, a presidir el Eurogrupo se abordará en la próxima cumbre de jefes de Estado y de Gobierno europeos de los próximos 25 y 25 de este mes, han informado a Europa Press fuentes del Ejecutivo.
De Guindos compite con el actual presidente del Eurogrupo, el ministro holandés de Economía, el socialista holandés Jeroen Dijsselbloem, quien a su vez aspira a ser reelegido en la reunión que este jueves celebrará con sus colegas de la 'zona euro'.
Consciente de que la votación este jueves le perjudica --Dijsselbloem contaría ya con "mucho más" que la mayoría simple que necesita para ser reelegido, según han explicado a Europa Press dos altos funcionarios de la UE-- el Gobierno español ha presionado para abortar la votación.
Y, según las fuentes consultadas en el Ejecutivo de Mariano Rajoy, lo ha conseguido. Desde el Gobierno confían en que no habrá votación el jueves y apuntan que la candidatura de Guindos se abordará "en los márgenes" de la reunión que los líderes europeos celebrarán en Bruselas la próxima semana.
La decisión formal sobre quién presidirá el Eurogrupo los próximos dos años y medio seguirá siendo de los ministros de la zona euro, que votarían en la reunión del 13 de julio, pero lo harían después de que la cuestión la hubieran abordado al máximo nivel sus jefes de Gobierno, lo que puede beneficiar a De Guindos, que tiene entre sus principales apoyos a Alemania.
El Gobierno de Rajoy presentó la candidatura de Guindos por considerar que España está infrarrepresentada en los cargos económicos de la UE (perdió su silla en el directorio del Banco Central Europeo en 2012) y como reconocimiento por los esfuerzos realizados para salir de la crisis y por el "giro" que ha dado la economía española desde 2012.
La candidatura de Guindos se habló por vez primera en el reparto de cargos institucionales tras las elecciones al Parlamento Europeo de mayo de 2014 y España confiaba en su nombramiento hasta que Dijsselbloem formalizó que quería renovar el cargo.
En contra del español juega el hecho de que dejará de ser ministro de Economía cuando termine esta legislatura y que los principales puestos en la Unión con competencia económica (presidentes de la Comisión Europea y del Consejo Europeo) están en manos de conservadores.