"Estados Unidos debe saber que el mundo no se traga todo .Si va a haber un cambio sincero, debe dejar claro si alterará la estrategia hacia los palestinos o no", dijo Lariyani al inicio esta mañana de una conferencia internacional de fiscales de países islámicos celebrada en Teherán.
"Si usted se coloca al lado del oprimido pueblo de Gaza, y castiga a Israel, entonces se verá un verdadero cambio en las tácticas", agregó.
Lariyani, considerado uno de los principales asesores del líder supremo de la Revolución Islámica, ayatolá Ali Jamenei, indicó, asimismo, que la retirada de las tropas estadounidenses de Irak no es suficiente para confiar en la política del nuevo inquilino de la Casa Blanca.
"La nación iraquí solo creerá en el cambio si usted pide perdón por el asesinato de más de 800.000 iraquíes y se retira del país sin tratar de sustituir su presencia militar por el control político", apostilló.
Tras treinta años de hostilidad, Obama ha expresado su deseo de emprender una nueva relación con Irán si el régimen de los ayatolá abre el puño.
Teherán ha respondido con cautela: ha exigido un cambio profundo y una disculpa oficial de Washington por todos "los errores cometidos" en el pasado.
Además, pide que se respete su derecho a desarrollar su polémico programa nuclear.
La Conferencia de Fiscales de países islámicos se centro hoy en el conflicto de Palestina y coincidió con el día en que Israel rememora el holocausto, que en diversas ocasiones ha dicho no reconocer el presidente iraní Mahmud Ahmadineyad.
Según sus organizadores, el principal objetivo es poner de manifiesto los crímenes cometidos por el Ejército israelí contra la población palestina.
Presidida por el jefe del Poder Judicial iraní, ayatolá Mahmud Hashemi Shahrudi, en ella participan más de 200 expertos legales llegados de todos los países islámicos.
Irán ha presentado varios requerimientos a la Interpol para que detenga a más de medio centenar de responsables israelíes a los que acusa de perpetrar crímenes de guerra.
Entre los denuncias, sobresalen el presidente israelí, Simón Peres, y el ex primer ministro, Ehud Olmert.