El expresidente de la Generalitat entre 1980 y 2003 y fundador de CDC, Jordi Pujol, ha asegurado este jueves que Cataluña no puede "prescindir" de Europa, unas palabras que llegan después del debate que se ha generado sobre si un eventual estado independiente catalán seguiría formando parte de la Unión Europea (UE).
"Nosotros no podemos prescindir de Europa", ha destacado, en una conferencia en Barcelona junto al exconseller de Educación entre 2006 y 2010 Ernest Maragall, en la que ambos han presentado un ciclo de ponencias organizadas conjuntamente por el Centro de Estudios Jordi Pujol y la Fundación Catalunya Europa.
Pujol ha presentado a los catalanes como a una colectividad indefensa ante un Estado, el Español, que no les quiere ni tampoco les comprende, y que desde el Siglo XVIII, tras la Guerra de Sucesión, ha tratado de imponer un modelo territorial, una lengua, el uniformismo cultural y el centralismo.
Para el expresidente, a lo largo de la historia se ha evidenciado que Cataluña, pese a ser una entidad demográfica y territorialmente más pequeña que el resto del Estado, ha logrado ponerlo "contra las cuerdas".
En cualquier caso, ha destacado que el reto que tiene en estos momentos Cataluña no pasa por ir en contra de nadie: "Se trata de ser, que no nos borren del mapa y no nos borrarán".
Ha expresado su "más profunda y radical decepción con respecto a lo que pueda llegar de España", y ha destacado las diferencias que desde la Edad Media han existido entre Cataluña y Castilla.
Así, mientras que Castilla miraba hacia el sur y se expandió territorialmente por buena parte de la península, los catalanes lo hacían hacia el sur de Francia y el Mediterráneo, al mismo tiempo que ha recordado los orígenes carolingios de los condados catalanes, lo que les ubica desde un primer momento en un contexto europeo.
EVOLUCIÓN DEL CATALANISMO
Ernest Maragall ha destacado la vigencia que sigue teniendo el pensamiento político de su hermano Pasqual, exalcalde de Barcelona, expresidente del PSC y expresidente de la Generalitat entre 2003 y 2006.
Según Maragall, el catalanismo ha evolucionado, y ha pasado del lema de la Transición 'Libertad, Amnistía, Estatuto de Autonomía' a las demandas actuales de autodeterminación.
El recorte del Estatut en junio de 2010 y la evolución de las relaciones entre Cataluña y el resto de España han puesto de manifiesto que para el catalanismo, "en el Estado español en su versión actual, el catalanismo no tiene cabida con lo que se considera central y definitorio del edificio constitucional español".