Un jefe mafioso niega contactos de Berlusconi con la Cosa Nostra

AGENCIA EFE 11/12/2009 06:16

Filippo Graviano testificó por videoconferencia desde la cárcel sobre las declaraciones de uno de sus sicarios y ahora colaborador con la Justicia, Gaspare Spatuzza, quien aseguró que existía una relación entre el primer ministro italiano y la mafia siciliana en la audiencia del pasado día 4 celebrada en Turín en el juicio de apelación al senador Marcello Dell'Utri.

Filippo Graviano desmintió todo y aseguró desde la prisión de Termi: "No he conocido jamás ni directamente ni indirectamente a Dell'Utri", de quien -según Spatuzza- el capo le comentó en 1994 que era la mano derecha de Berlusconi y su intermediario en las negociaciones con la Cosa Nostra.

Así respondió a las preguntas de Claudio Dell'Acqua, presidente del Tribunal de Apelación de Palermo donde los jueces trataron de contrastar la fiabilidad del testimonio del asesino confeso, Spatuzza, mediante un interrogatorio a los Graviano, responsables de los asesinatos de los jueces antimafia Giovanni Falcone y Paolo Borsellino en 1992.

El arrepentido Spatuzza aseguró en la audiencia anterior que los Graviano, del clan de los Brancaccio (Palermo), le hablaron de Berlusconi en 1994 y le dijeron que negociaba con él un acuerdo electoral entre la mafia y el partido Forza Italia, del entonces empresario italiano, a cambio de ayuda para resolver sus problemas con la Justicia.

Filippo Graviano desmintió haber dicho a Spatuzza que "esperaba ayuda. Cuando fui arrestado en 1994 tenía sólo cuatro meses por cumplir. No tenía problemas y nadie podía prometerme nada".

"¿Por qué debería haber pedido ayuda?, se preguntó.

Sin embargo, el verdadero capo de los Brancaccio, Giuseppe Graviano, no declaró y sus abogados pidieron al tribunal leer una carta en la que el detenido explicaba que sus problemas de salud estaban ligados al duro régimen carcelario, a lo que la Corte no accedió.

El pasado día 4 el ex mafioso Gaspare Spatuzza relacionó al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, con la hegemonía de Cosa Nostra, mafia siciliana, en los años 90, durante la audiencia celebrada en Turín.

Según el asesino confeso Spatuzza, los Graviano le dijeron que "todo lo que habíamos obtenido fue gracias a la seriedad de las personas que habían llevado adelante esta historia", refirió el arrepentido.

De Berlusconi, Spatuzza refirió que "Graviano me dijo que era el de Canale 5" y sobre el segundo individuo el ex mafioso agregó: "En medio hay un paisano nuestro, Dell'Utri", ya condenado en primera instancia a nueve años de cárcel por asociación mafiosa.

"Gracias a la seriedad de estas personas tenemos al país prácticamente en nuestras manos", aseguró que le comentó Giuseppe Graviano en una reunión en 1994 en el bar Doney de Via Veneto, de Roma, y agregó que en esa conversación el capo le comentó que Dell'Ultri era la mano derecha de Berlusconi y su intermediario en las negociaciones con la Cosa Nostra.

Los Graviano se hicieron con el poder de la Cosa Nostra, junto a otros cinco mafiosos, tras el arresto en enero de 1993 del jefe Totò Riina y decidieron echar un pulso al Estado.

Como resultado de ello, llevaron a cabo sangrientos atentados en 1993 en Florencia, Milán y Roma que dejaron un saldo de diez muertos, 93 heridos, además de los daños perpetrados en la florentina Galería Uffizi.

Responsables además del asesinato en 1993 del sacerdote antimafia Pino Puglisi, párroco de San Gaetano en Brancaccio, los hermanos Graviano fueron arrestados el 27 de enero de 1994 y desde entonces permanecen en la cárcel.

Para Dell'Utri las palabras de hoy de Filippo Graviano son un signo de arrepentimiento e insiste en demandar "por qué no buscan a los verdaderos responsables de las matanzas". j