El magnate ruso Jodorkovski dice que está dispuesto a morir en la cárcel

AGENCIA EFE 02/11/2010 09:58

"Como cualquier otra persona no quiero vivir ni morir en la cárcel, pero si es necesario, estoy dispuesto", dijo Jodorkovski, citado por las agencias rusas, al pronunciar sus últimas palabras antes de que el tribunal dicte condena el próximo 15 de diciembre.

La Fiscalía solicitó para Jodorkovski y su socio Platón Lébedev, que actualmente cumplen una pena de ocho años de cárcel por evasión tributaria, 14 años de prisión por el robo de 200 millones de toneladas de crudo de Yukos, su propia empresa.

Lébedev, a diferencia de Jodorkovski, renunció a su derecho a pronunciar sus últimas palabras.

En su declaración, el fundador de la petrolera Yukos le deseó al juez "valor, pues será una sentencia que quedará para la historia".

"En sus manos hay más que dos destinos. Se decide el destino de casa ciudadano del país. De lo que se trata ahora es de la esperanza de muchos de nuestros conciudadanos de que el tribunal puede defender sus derechos si éstos son vulnerados", dijo.

Jodorkovski agregó que el segundo juicio es una demostración de que en Rusia no se observan las leyes.

"Hablando francamente, no sé qué esperan de mí. Nadie espera seriamente que admita culpabilidad. Difícilmente alguien creería si yo digo que robé todo el petróleo de mi propia compañía", subrayó.

Al mismo tiempo, afirmó que "son pocos los que creen en sentencias absolutorios de los tribunales moscovitas".

"Pero yo ahora hablo no de fe, sino de esperanza. Siempre hay esperanza. Siempre tengo la esperanza de que Rusia se convertirá en un país donde prevalezca la ley, donde el apoyo a los partidos de oposición estará por encima de las represiones", dijo el ex dueño de Yukos.

Diagnosticó que Rusia es "un país enfermo" y agregó: "Quién va a modernizar la economía?.. Supimos fabricar una bomba de hidrógeno, pero fabricar un televisor moderno, un automóvil competitivo y un buen teléfono celular no podemos".

Jodorkovski agradeció a todos los antiguos empleados de Yukos que, según él, fueron perseguidos después de su arresto en octubre 2003.

"Estoy orgulloso de que en siete años de persecuciones ni uno de ellos levantó falso testimonio ni vendió su honor y consciencia", dijo.

Sobre los cargos que se le imputan, dijo una sola frase: "Incluso para robar hay que ser más honesto".

El magnate se refería a que toda la persecución judicial contra él y su socio tenía como fin despojarle de Yukos, considerada en su momento la empresa insignia del sector petrolero ruso.