En su escrito, al que ha tenido acceso Europa Press y presentado en los juzgados de Barcelona, el sindicato considera a los dos clubes responsables directos de la pitada y les acusa de "ultrajar y menospreciar uno de los símbolos nacionales" ante el jefe del Estado, Felipe VI.
También dirige la querella, como colaboradores necesarios, contra varias entidades que, en su opinión, facilitaron silbatos y promovieron la "humillación, vejación y odio a las instituciones y sociedad española en su conjunto", y pide que se cite como testigo al presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar.