Rajoy sale al ruedo electoral para defender su dificultad en la labor de Gobierno, pero sin aportar más luz sobre el rescate. Ese que toda la semana ha sobrevolado España. Desde el lunes, sin que salga una sola palabra, de labios del presidente. Un rescate que podría no pedirse si España logra financiarse sin dificultades. Es decir, si la prima de riesgo está bajo control. El viernes la prima cerró en 416 puntos. Lejos de los máximos del verano. Muchos expertos creen que está controlada, porque los inversores confían en que España pida ese rescate. El Banco Central Europeo ya anunció que comprará deuda soberana de aquellos países que lo soliciten y cumplan una serie de compromisos. El Gobierno se lo sigue pensando. Mientras la oposición cree que va a la deriva. El lunes empezará a funcionar el fondo europeo de rescate permanente. En noviembre podría llega parte del crédito a la banca española. Y que, en la previsión presupuestaria, empuja la deuda española por encima del noventa por ciento. Pero, del segundo rescate y de sus condiciones por ahora, nada de nada.