En un comunicado publicado este martes, han hecho una crítica general al "circo mediático en el que algunos quieren convertir las tristes experiencias vividas" y piden respeto y ética ante las víctimas y el profesorado.
Los claustros y el personal de las escuelas condenan y rechazan conjuntamente las acusaciones e insinuaciones que, según ellos, han recibido de "encubrimiento y tolerancia de abusos a menores en los centros".
También exigen que "se deje en manos de los profesores, equipos educativos, psicólogos, fuerzas policiales, instituciones, administraciones competentes y sistema judicial la gestión de cualquier abuso a los niños" y rechazan que alguien ajeno asuma papeles que no le corresponden.
Los centros de Maristas reiteran que seguirán ofreciendo una educación donde los valores "son y serán eje vertebrador" de su educación y que seguirán contribuyendo a formar personas responsables, solidarias y con espíritu crítico.