Un antiguo mediador francés reprocha a Betancourt su "falta de elegancia" y critica a Uribe

EFE 05/03/2009 18:10

París, 5 mar (EFE).- Noël Sáez, antiguo emisario francés para liberar a Ingrid Betancourt de su secuestro por las FARC, se quejó hoy de la "falta de elegancia" de la ex candidata presidencial, que no le agradeció sus esfuerzos, y criticó duramente en una entrevista a Efe el trato recibido del presidente de Colombia, Álvaro Uribe.

Sáez, autor del libro "L'émissaire" (El emisario) que sale hoy a la venta en Francia, considera además "dudosas" las condiciones de liberación por el Ejército colombiano, a comienzos de julio pasado, de Betancourt y de otros catorce rehenes que estaban en manos de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Se mostró convencido de que el guerrillero Gerardo Aguilar Ramírez, conocido como "el comandante César", fue comprado por el Ejército colombiano y fue su doble juego el que permitió el éxito de la operación de los militares, que tuvo así "la complicidad del carcelero" para rescatar a los rehenes.

El diplomático francés reconoció haberse "enfadado un poco" por que Betancourt agradeciera a todo el mundo su libertad, pero "que se olvidara de los dos que arriesgaron su vida para salvarla, para sacarla de allí: me parece fuerte".

Sáez indicó que luego transmitió ese enfado a la política franco-colombiana, a quien "le faltó elegancia", pero quiso desmarcarse de la calificación de "ingrata" que él mismo dio ayer de Betancourt porque entiende que lo que le ocurrió es que se vio arrastrada "en un torbellino mediático y perdió los referentes".

"Es importante dar las gracias a los jefes de Estado, pero habría que haber empezado por los que hicieron lo posible y arriesgaron su vida más de una vez", argumentó, tras recordar que mantuvo más de una veintena de encuentros en la selva con miembros de las FARC, en particular con Raúl Reyes en los casi seis años y medio de cautiverio de Betancourt.

A Uribe y a su Gobierno, el emisario francés les reprochó que, como por razones diplomáticas "no podían atacar a Francia o a Suiza o a España, lo que hicieron fue atacar a los emisarios. Hicieron de los emisarios chivos expiatorios".

Criticó que les trataran a él y al suizo Jean-Pierre Gontard de traidores y de cómplices con la guerrilla, que les acusaran de haber pagado a los rebeldes, después de "haber tomado riesgos enormes" para tratar de reunir a las FARC y al Gobierno colombiano.

"Hubiera sido elegante decirnos que no les hacíamos falta" y que iban a resolver la cuestión sólo entre colombianos, añadió.

También señaló que los responsables colombianos les hicieron correr riesgos para su vida y para la de su colega Gontard, al dejarles que fueran a la selva a finales de junio del pasado año, cuando el Ejército ya ultimaba el preparativo de la operación para liberar a los rehenes, sin saber nada de ella.

Sáez, quien se jubiló hace cuatro años tras una dilatada carrera de diplomático que le llevó a Colombia como cónsul de 2001 a 2005, afirmó que "volvería a la jungla" si las partes consideraran que puede ser útil, aunque no quiso dar detalles sobre sus contactos en la guerrilla más allá de señalar que, si no los mantiene, sabría cómo restablecerlos.

Dijo que un intercambio de prisioneros entre la guerrilla y el Gobierno "es indispensable para llegar luego a un acuerdo de paz" y que las FARC están por la labor, pero no así Uribe, una estrategia la del presidente que considera equivocada.

A ese respecto, advirtió de que, aunque la guerrilla "ha recibido golpes" en los últimos tiempos y ha sufrido "una cierta desbandada en sus filas (...), conserva un poder enorme de hacer mal" y no se logrará acabar con ella por la fuerza.

Recordó que la posición francesa es hacer de mediadora "si las partes se lo piden" y que su actuación, aunque no fue la que consiguió directamente liberar a los rehenes en julio pasado, sí que contribuyó "fuertemente" con la presión ejercida sobre las autoridades colombianas y la internacionalización del caso.

"L'émissaire", que en Francia ha editado Robert Laffont, será publicado en unos meses en español por Planeta para Latinoamérica y España.