En estos comicios tienen derecho a voto 2,6 millones de gallegos y 1,7 millones de vascos, que escogerán a los 75 diputados de sus Legislativos autonómicos.
El voto precedente del exterior representa en Galicia el 12,67 por ciento del censo electoral (2.647.036 electores), es decir, unos 335.452 votantes.
El voto de los emigrantes puede decidir la suerte del escrutinio en esa región del noroeste de España en favor de la coalición de centro-izquierda que gobierna (Partido Socialista de Galicia/Bloque Nacionalista Gallego) o del conservador Partido Popular (PP), en la oposición.
Las encuestas publicadas en las últimas semanas adelantan unos resultados muy apretados en ambas comunidades, por lo que los indecisos pueden que sean ser determinantes, especialmente en Galicia.
El PP se quedó hace cuatro años a un solo escaño de la mayoría absoluta y ahora es muy consciente de que únicamente le vale la mayoría absoluta para gobernar porque, en caso contrario, PSdeG y BNG casi con toda seguridad reeditarán el gobierno bipartito en la Xunta gallega (gobierno regional.
Al frente de los 125 países donde viven votantes gallegos está Argentina, con 121.219 personas con derecho a voto, seguida por Venezuela (33.940 censados), Brasil (30.647), Suiza (29.117) y Uruguay (28.540).
También la incertidumbre prevalece en el País Vasco, sobre todo porque la mayor parte de los sondeos previos a los comicios de hoy han previsto unos resultados muy ajustados entre el nacionalista moderado Partido Nacionalista Vasco (PNV, en el poder) y el Partido Socialista de Euskadi (PSE), prácticamente en empate técnico.
En esta región del norte de España están llamados a votar desde el exterior 43.712 vascos, una cifra que no tendrá la incidencia que pueden tener en el resultado final los sufragios de los gallegos que viven fuera de su tierra.
De ahí la importancia de la movilización de sus electorados y los llamamientos a ir a votar que han efectuado en ambas comunidades todos los partidos.