El presidente paraguayo, Fernando Lugo, ha reiterado su intención de que el tratado bilateral que regula las operaciones de la represa sea renegociado y que se revise el precio de la energía de Itaipú que Paraguay le vende a Brasil, pero ha chocado con la resistencia del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.
Lobão, según dice hoy el diario Folha de São Paulo, dijo anoche que Asunción "no se convence" de que debe "respetar" el Tratado de Itaipú, que calificó de "monumento jurídico aprobado por los Congresos de Brasil y de Paraguay".
Itaipú, la mayor represa hidroeléctrica del mundo, fue construida con capitales brasileños sobre el fronterizo río Paraná entre 1974 y 1982, cuando entró en operaciones con una capacidad instalada de 14 megavatios.
El Tratado de Itaipú, firmado en 1973 regula todo lo relativo a la represa y dice que Brasil y Paraguay tienen derecho cada uno al 50 por ciento de la electricidad generada, así como que la energía no usada debe ser vendida al otro socio, a un precio fijo.
Paraguay satisface el 90 por ciento de su demanda con solo el 5 por ciento de la electricidad de Itaipú y el resto acaba en Brasil, que paga por eso unos 300 millones de dólares anuales a Paraguay.
"Queremos por lo menos de 1.200 a 1.800 millones anuales", dijo Lugo esta semana, e insistió en que Paraguay sólo pide "precios de mercado" y no los establecidos en el tratado.
Lobão insistió en que el Tratado de Itaipú no puede ser revisado hasta su vencimiento, en el 2023, pues así lo establece una de sus cláusulas.
El ministro brasileño apuntó que "Paraguay no aportó un centavo" para la construcción de la represa y participó solamente con "una parte del agua, porque la otra parte era brasileña".
El asunto será tratado por Lula y Lugo el próximo 8 de abril, cuando está prevista una visita oficial del presidente paraguayo a Brasilia.
Lugo, que plantea la revisión del tratado desde la campaña que lo llevó al poder, aseguró esta semana que, en caso de que no se llegue a un acuerdo con Brasil, estaría dispuesto a llevar el caso ante la justicia internacional, aunque aclaró que "primero" desea "agotar todos los medios bilaterales".