El coordinador de Economía del Partido Popular, Cristóbal Montoro, considera que es "un gravísimo error" crear "polémicas políticas" en torno a la Jornada Mundial de la Juventud, que será presidida por el Papa Benedicto XVI porque es un evento que "potencia la imagen de España" y tiene un "saldo muy positivo".
En una entrevista con Europa Press, el diputado del PP ha insistido en que los resultados de un acontecimiento de "esta magnitud" son "favorecedores y positivos" y ha defendido la conveniencia de aprovechar el momento para "potenciar" la imagen de España y su patrimonio cultural.
Por ello, ha reprochado al Gobierno que haya estado "renuente" ante la visita del Pontífice y ahora esté dando el apoyo "al final, cuando ha comprobado que le conviene", como, a su juicio, ha hecho "en tantas otras ocasiones". "Ha estado ahí, mirando para un sitio, mirando para otro, hasta que lo ha palpado", ha afirmado.
En opinión de Montoro, estas jornadas son "una explosión social, que va mucho más allá del credo religioso" y que supone "la transformación de Madrid y de España". Por ello, ha hecho hincapié en la conveniencia de que, dado que es un país con "tanta fuerza en términos turísticos", se potencie su imagen, que "conviene muchísimo cuidarla".
"ALGUNOS GASTOS" EN SEGURIDAD
Montoro ha reconocido que la JMJ "implica algunos gastos en determinadas funciones" en materia de seguridad y vigilancia, pero ha insistido en que "el saldo es muy positivo", porque "mucha más gente estará interesada en conocer también la realidad de nuestro país y no sólo la de Madrid, que también es muy importante seguir potenciando".
En relación con los colectivos que van a manifestarse contra la visita de Benedicto XVI, el responsable del PP ha criticado que "quienes dicen que respetan" luego no lo hagan y demuestran "muy poco respeto a los demás".
"¿Qué les molesta? ¿Les molesta que haya ese tipo de afirmación? Oiga, pues no participe", ha señalado Montoro, que ha defendido que los que se erigen en "anti" son "ejemplos de falta de tolerancia". A su juicio, se produce una "gran contradicción" cuando los que "tratan de utilizar el valor de la tolerancia son precisamente los que protagonizan movimientos intolerantes respecto de los demás".
"Deje usted que participe a quien cree en ello --ha insistido--, a quien cree que es positivo para su fe, su espiritualidad, etcétera. Y si no coincide en nada, no lo haga 'anti' y coincidiendo, porque realmente es una muestra de desafecto que puede hacer en cualquier otro momento".