Netanyahu asume el poder sin comprometerse con la visión de dos estados

AGENCIA EFE 01/04/2009 08:18

El nuevo premier, quien ya ocupara la jefatura del gobierno entre 1996 y 1999, presentó su gabinete en un acto oficial ante el presidente, Simón Peres, que le recordó lo que espera de él la comunidad internacional en el proceso de paz.

Peres instó a Netanyahu a "fortalecer la seguridad de Israel" y "hacer esfuerzos supremos para hacer avanzar el proceso de paz en todos los frentes".

Y, sutilmente, le pidió que reconozca la fórmula de "dos estados para dos pueblos", aceptada en la conferencia de paz de Annapolis "por la comunidad internacional y el anterior gobierno de Israel".

Netanyahu respondió con el mutismo, pero el nuevo titular de Asuntos Exteriores y jefe del ultraderechista Israel Beitenu, Avigdor Lieberman, dejó clara la posición del Gobierno poco después, al rechazar cualquier vinculación con los compromisos de Annapolis, que aboga por la creación de un futuro estado palestino.

"Hay un sólo documento que nos obliga y no es el caso de la conferencia de Annapolis, que no tiene validez", dijo Lieberman en un discurso, al referirse a la cumbre celebrada en noviembre de 2007 en Maryland (EEUU).

A quien no le valen las tácticas dilatorias de Israel es al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, que en Annapolis hipotecó su carrera política en una apuesta que podría haber perdido con la salida de Ehud Olmert del poder.

"Netanyahu nunca ha creído en la solución de dos estados, ni ha aceptado los acuerdos firmados ni quiere cesar la construcción de asentamientos", dijo hoy Abás a la agencia palestina de noticias Wafa.

Según el presidente palestino, "debemos decir al mundo que éste hombre no cree en la paz... y devolverle la pelota a la comunidad internacional para que le presione y asuma sus responsabilidades".

Parece que la ciudadanía israelí tampoco concede mucho crédito al nuevo Ejecutivo, según revela hoy una encuesta dada a conocer por el diario "Haaretz", en la que el 54 por ciento dice estar insatisfecho con el mismo.

El nuevo gabinete asumió hoy sus funciones, tras obtener anoche la aprobación del Parlamento (Kneset), en una ceremonia de transferencia del mando que por primera vez se ha celebrado ante el jefe del Estado.

"Tendremos que arremangarnos y comenzar a trabajar nada más salir de aquí", dijo en un discurso en jefe del Gobierno, sin hacer referencias políticas de ninguna índole, ni siquiera a sus presuntas intenciones de paz.

Netanyahu se comprometió y pidió a todos los ministros "proteger al Estado de Israel" para que "él nos proteja a todos nosotros".

Una alusión, según algunas interpretaciones, al programa nuclear de Irán, asunto central de su discurso de investidura ayer en el Parlamento, junto con el "creciente islamismo radical".

En el acto de hoy participaron los ministros del gobierno saliente y del entrante, a los que el ya ex primer ministro Olmert dijo que termina sus funciones "con una sensación de satisfacción".

"No hay enfado en mí", afirmó quien dimitió hace unos meses debido a graves sospechas de corrupción, decisión que truncó las negociaciones de paz con la ANP.

"Durante todo el período en que fui primer ministro -afirmó- actué para traer la paz al pueblo de Israel. Así lo hice en la creencia de que es posible conseguir la paz y así lo creo aún".

Netanyahu, que encabeza el gobierno más amplio de la historia de Israel con 30 ministros, se ha comprometido a buscar la paz con los vecinos árabes de Israel, pero sus propuestas son, por ahora, ambiguas y se concentran en una "paz económica" que lleve la prosperidad en los territorios palestinos.

Al salir del acto y preguntado por la "invitación" de Peres a continuar por la senda de la paz iniciada en Annapolis, el nuevo primer ministro mantuvo una pose de completa ambigüedad.

"He escuchado con atención -declaró- y actuaré guiado por un sentido de responsabilidad y la necesidad de la unidad (nacional)", respondió.