Según el sondeo, la formación del presidente así como los partidos afines e independientes próximos al Gobierno se hicieron con más de 100 de los 125 escaños de la Asamblea Nacional de Azerbaiyán.
Las demás actas de diputados irían a partidos de la "oposición constructiva", que según los opositores radicales, no son más que filiales del partido en el poder.
Los resultados de la encuesta, que fue realizada por la organización no gubernamental Els, coincidieron con los resultados de una "votación electrónica" realizada por la asociación Parlamento-2010, en la que participaron 25.000 electores en las 125 circunscripciones.
Los primeros resultados de las elecciones, que transcurrieron en un clima de calma, se conocerán mañana a primera hora.
La ley establece que las comisiones electorales de las circunscripciones tienen un plazo de tres días para entregar el escrutinio a la Comisión Electoral Central (CEC), que a su vez dispone de veinte días para verificarlo y presentarlo al Tribunal Constitucional para su confirmación.
Según la CEC, la participación en los comicios fue del 50,14 por ciento del censo electoral, cifrado en casi cinco millones de ciudadanos, lo que representa un incremento de 4,05 puntos porcentuales respecto de las legislativas de hace cinco años.
Estos datos tiene solo valor estadístico, pues la ley electoral de Azerbaiyán señala que los comicios son válidos independientemente del número de electores que participen en ellos.
En declaraciones a pie de urna los dirigentes opositores denunciaron irregularidades en el proceso electoral, en particular la negativa de las autoridades de inscribir las candidaturas de los opositores en la mayoría de las circunscripciones.
"Lamentablemente, en el 60 por ciento de las circunscripciones los candidatos de la oposición no fueron inscritos. Por eso ya hoy se puede constatar que las elecciones no son libres ni limpias", declaró el líder del opositor Partido Frente Popular de Azerbaiyán (PFPA), Ali Kerimli.
Adelantó que mañana, una vez que se conozcan los resultados provisionales, la oposición dará su evaluación de los comicios.
Por su parte, Isá Gambar, presidente del partido Musavat (Igualdad), que forma un bloque electoral con el PFPA, se mostró convencido de que si las autoridades no recurren al fraude, los candidatos opositores tienen grandes posibilidades de acceder al Parlamento.
En 2005, la oposición a Alíev no reconoció los resultados de las elecciones parlamentarias y organizó protestas masivas para exigir la repetición de los comicios.
Las reclamaciones de la oposición, que no fructificaron, se apoyaron en la evaluación de los observadores de la Organización para la Cooperación y Seguridad en Europa que declararon que las elecciones no cumplieron con los "estándares" de unos comicios democráticos.
Mientras, el secretario ejecutivo de Nuevo Azerbaiyán, Alí Ajmédov, rechazó las acusaciones de la oposición sobre la desigualdad de condiciones en las que los partidos políticos concurrieron a los comicios.
"El número de los candidatos de los partidos de opositores era mayor al número de candidatos de nuestro partido, lo que demuestra que se crearon condiciones para las formaciones políticas", dijo Ajmédov, en rueda de prensa al término de la jornada de votación.
Según el dirigente del partido gobernante, "todos los candidatos compitieron en condiciones de igualdad y, en general, el proceso electoral se desarrolló democráticamente".
Farid Gajramánov