El documento fue entregado ayer por el subsecretario para Asuntos de América de la Cancillería peruana, Javier León, al embajador boliviano Franz Solano, según los detalles que hoy publica el diario El Comercio, aunque el Gobierno había asegurado previamente que no vale la pena responder a las declaraciones de Morales.
Precisamente hoy, el presidente peruano, Alan García dijo que "por el momento considero no vale la pena en absoluto que ningún dirigente político peruano y mucho menos el jefe de Estado se dirijan a responder este tema".
Según el diario, la nota de protesta se refiere a las declaraciones de Evo Morales, quien acusó a Perú de haber presentado una demanda ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para fijar los límites marítimos con Chile con el fin de perjudicar las aspiraciones de su país de obtener una salida al mar.
Además, aseveró que el gobierno de Lima sabía que iba a perder este litigio.
Perú demandó a Chile el año pasado ante la CIJ, después de ver frustrados sus intentos de dialogar sobre el tema con el país vecino, porque considera que sus límites marítimos no están definidos, mientras Santiago asegura que fueron establecidos en acuerdos firmados en la década de los cincuenta.
Perú, Bolivia y Chile se enfrentaron en una guerra entre 1879 y 1883 que modificó sus límites por la pérdida de territorio para los dos primeros y la salida al mar para Bolivia.
El texto enviado ayer a Bolivia reafirma la decisión soberana de Perú de acudir a La Haya y califica de inaceptable el trato que el presidente Morales le da a su colega peruano, Alan García, así como considera que hay una injerencia por parte de Bolivia en asuntos internos de Perú, agrega el rotativo.
Asimismo, la nota se refiere a la concesión de asilo y refugio por parte de Perú a tres ex ministros bolivianos acusados de "genocidio" en su país, y critica que Bolivia no reconozca la facultad que tiene el Gobierno de Lima de otorgar asilo a quien considere oportuno.
El Gobierno peruano envió su primera nota de protesta en abril de 2006, tres meses después de que Evo Morales asumió la Presidencia de Bolivia, debido a que el gobernante del país altiplánico llamó traidor al entonces jefe de Estado peruano, Alejandro Toledo, por haber firmado un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.
Los Gobiernos de Alan García y Evo Morales discrepan principalmente por su visión sobre los modelos de desarrollo: la apertura de mercados frente al proteccionismo, discrepancias que en ocasiones se han plasmado en recios cruces de insultos entre los mandatarios.