La gripe porcina ensombrece la conmemoración de los primeros 100 días de Obama

AGENCIA EFE 28/04/2009 13:42

Se trata de la primera gran crisis que debe afrontar el Gobierno de Obama, aparte de la económica, y, además de no tener a nadie al frente del Departamento de Salud, tampoco tiene un director permanente para los Centros de Salud y Prevención de Enfermedades.

Se espera que la candidata al cargo de secretaria de Salud, la gobernadora de Kansas Kathleen Sebelius, reciba hoy mismo la confirmación del Senado necesaria para ocupar el puesto.

Con estos dos importantes puestos vacantes, la tarea de informar al público ha recaído sobre la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, y en menor medida sobre la propia Casa Blanca.

A lo largo de toda la semana, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, se ha visto acribillado por preguntas sobre el desarrollo de la fiebre porcina, de la que se han detectado hasta el momento 64 casos en cinco estados de EE.UU.

Los medios estadounidenses dedican en los últimos días buena parte de su atención al desarrollo de la enfermedad, que se extiende ya a siete países y en el peor afectado, México, han muerto más de 140 personas y hay más de un millar de casos sospechosos.

Ello representa un contratiempo para la Casa Blanca, un día antes de que se cumplan los cien días de Obama en el poder.

Gibbs ha descrito esta conmemoración como un "marcador artificial", pero aún así la Casa Blanca había planeado cuidadosamente el programa presidencial para dominar el ciclo informativo de la jornada y garantizar que el mensaje de Obama era el que se imponía en el análisis de cómo se han desarrollado los primeros meses de mandato.

El Gobierno quiere destacar lo que considera sus principales logros, como la aprobación de un plan de rescate económico valorado en 787.000 millones de dólares, la orden para el cierre de la prisión de Guantánamo, los primeros pasos para el fin de la guerra en Irak o el diseño de una nueva estrategia para Afganistán.

El presidente tiene previsto desplazarse mañana a San Luis, en Misuri, para mantener una sesión de preguntas y respuestas con los votantes.

Por la noche, tras regresar a Washington, ofrecerá a las 20.01 horas locales (00.01 GMT del jueves) una rueda de prensa televisada en horario de máxima audiencia para analizar sus primeros cien días.

La Casa Blanca asegura que ambos acontecimientos se mantienen en pie aunque si las noticias sobre la gripe porcina se agravaran los planes podrían cambiar.

Pero si bien el brote de la enfermedad ha representado un contratiempo inesperado, la Casa Blanca también tiene en cuenta uno de los dichos más célebres de su jefe de Gabinete, Rahm Emanuel, al que le gusta comentar que "cada crisis conlleva una oportunidad".

En esta ocasión, el Gobierno quiere demostrar que responde con eficacia al problema pese a que en sus primeros tiempos ha debido atajar problemas como la grave crisis económica, las guerras en Irak y Afganistán o incluso el secuestro de un capitán de la Marina mercante a manos de piratas somalíes.

El domingo Gibbs ya convocó una rueda de prensa telefónica para informar junto a otros funcionarios sobre las medidas que el Gobierno ha adoptado.

Entre otras cosas, se han comenzado los preparativos para distribuir medicinas contra la gripe, procedentes de las reservas estratégicas federales, a los estados y localidades si aumenta el número de casos.

El lunes, el propio Obama visitó la Academia Nacional de Ciencias para lanzar un mensaje de tranquilidad a la población.

Y Napolitano ha afirmado que el Gobierno se comporta como si se preparara para una pandemia declarada.

Y es que la Casa Blanca tiene muy presente lo aprendido tras la mala gestión del presidente anterior, George W. Bush, después del paso del huracán Katrina en Nueva Orléans: que la forma en que se presente al público el manejo de una crisis puede ser tan importante como las propias medidas que se tomen contra el problema.