Así lo ha asegurado a Europa Press el secretario cuarto de la Mesa del Congreso y diputado del PP, Teófilo de Luis, siempre muy activo en la exigencia de demandas de democratización en la isla y que mantiene fluidos contactos con la disidencia.
De Luis sostiene que el plantón del mandatario cubano Castro a Margallo "no es significativo" y que, en todo caso, la ausencia de una cita entre ambos no es achacable un "problema" del ministro sino a que los "dictadores generalmente son como es Raúl Castro". Finalmente Margallo sí pudo verse con el vicepresidente cubano, Miguel Díaz-Canel.
Respecto a que Margallo no haya tenido encuentros con representantes de la oposición al régimen, De Luis sostiene que "en realidad no recibir a la disidencia en la dinámica actual no es un tema importante".
LA OPOSICIÓN HABLA MÁS LIBRE FUERA DE LA ISLA
En este punto ha señalado que tanto el Grupo Popular, a través de los encuentros que él suele organizar en el Congreso, como otros partidos y el propio Gobierno, ya tienen oportunidad de conocer la situación de la disidencia cuando sus representantes viajan a España.
Es más, a su juicio, cuando mantienen contactos fuera de la isla, los opositores "pueden hablar más libremente", se "les puede dedicar más tiempo" y sus opiniones se pueden traducir más fácilmente en acción política. "Con la disidencia hacemos un trabajo continuado y serio", ha apostillado.
Desde su punto de vista, lo "significativo" del viaje de Margallo a Cuba es la actitud "valiente" con la que ha trasladado sus peticiones al régimen cubano y que, ha remarcado, se incardina "perfectamente" en la política de "diálogo" con la isla que practica el Gobierno español.
En concreto, ha citado las peticiones para que se respete la libertad sindical y los Derechos Humanos, para que los opositores que están en licencia extrapenal puedan viajar a España y para que los que fueron desterrados en su momento, por mediación del Cardenal Ortega y el exministro Miguel Ángel Moratinos, puedan viajar a la isla.
"Es muy importante que el Gobierno de Cuba se dé cuenta de que en Europa se entiende la negociación como un 'toma y daca', un 'yo te doy y tu me das' y Margallo ha dejado muy claro que si los dictadores tratan de imponerse por ese camino la negociación va a ir muy lenta y no va a llegar a buen puerto".