La presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, ha lamentado la "equidistancia" que, a su juicio, tiene el Plan de Paz del Gobierno vasco y ha subrayado que en él "no vamos a encontrar una solución a la situación que hemos vivido en Euskadi".
En una entrevista concedida a Onda Vasca, recogida por Europa Press, la dirigente popular ha subrayado que no ve "diferencias" entre este plan "en el año 2013 y cuando ETA no mata" que "hace años en un plan presentado por Ibarretxe". "Parece que no ha pasado el tiempo cuando han pasado muchas cosas. Se ha quedado estancado en un pasado que no resuelve", ha añadido.
Tras reconocer que su formación está "trabajando en las alegaciones" al mismo, ha anunciado que su formación no se está ciñendo solo a proponer "iniciativas o enmiendas", sino que busca "sobrepasarlo, porque creemos que en esa equidistancia que plantea no vamos a encontrar una solución a la situación que hemos vivido".
"Hacemos un planteamiento novedoso y arriesgado y espero sirva como propuesta válida para afrontar el futuro de convivencia", ha indicado, para añadir que el texto les ha "defraudado".
"Pensábamos que nos plantearían algo distinto, con más altura de miras. No veo diferencias entre este plan, en 2013 y cuando ETA no mata, que hace años en un plan presentado por Ibarretxe. Parece que no ha pasado el tiempo cuando han pasado muchas cosas. Se ha quedado estancado en un pasado que no resuelve", ha añadido.
PONENCIA DE PAZ
Por lo que se refiere a la ponencia de paz ha indicado que su formación "no tiene problemas a debatir", ya que "en la ponencia de la legislatura pasada debatió y fue capaz de acordar y llegar a un texto", pero el problema es que para que se pudiera dar eso "todos los partidos aceptamos un suelo ético mínimo y ahora no se está produciendo".
"También creo que tenemos que ser capaces de recomponer y volver a ese suelo ético y exigencia. Desde ahí es desde donde podemos construir y es Bildu quien tiene que hacer ese recorrido para llegar a ese suelo ético", ha reiterado.
Por último, ha criticado "la cerrazón de Bildu" y "ese miedo a dar el paso a reconocer que el terrorismo ha generado el dolor. Todavía queda ese paso".