El presidente Chávez visita un imponente glaciar en Argentina

AGENCIA EFE 16/05/2009 14:06

Enfundado en un sobretodo negro y un echarpe rojo y con apenas cuatro grados de temperatura, Chávez contempló la monumental pared del glaciar, de 60 metros de altura y cinco kilómetros de frente, desde una embarcación en el Lago Argentino, en el Parque Nacional Los Glaciares, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1981.

El mandatario venezolano, junto a sus hijas y nietos, recorrió también parte de las pasarelas del parque nacional, un balcón privilegiado para ver el glaciar, junto al gobernador de la sureña provincia de Santa Cruz, Daniel Peralta, y otros funcionarios argentinos y venezolanos.

El gobernante accedió a sacarse algunas fotos con los turistas e hizo unos breves comentarios a la prensa sobre la importancia de cuidar los recursos ecológicos como los glaciares.

Chávez y el resto de los visitantes se trasladaron al parque nacional desde la villa turística de El Calafate, a unos 80 kilómetros de distancia.

A esta localidad, situada 2.700 kilómetros al sur de Buenos Aires, llegaron el viernes por la noche el gobernante venezolano y su colega argentina, Cristina Fernández, luego de tener una reunión privada y firmar una serie de acuerdos en la capital del país.

Chávez se alojó en el hotel de lujo Posada Los Álamos, donde ocupó la "suite real", de 80 metros cuadrados y que debe su nombre a los Reyes de España, que fueron sus ilustres ocupantes en 2004.

En "La Posta", uno de los restaurantes del hotel, Fernández y su esposo y antecesor, Néstor Kirchner (2004-2007), ofrecieron una cena para unos setenta comensales en honor a Chávez, a quien el alcalde de El Calafate, Javier Belloni, le entregó el decreto que le declara "huésped de honor" y le regaló dos libros, uno de fotos de la villa y una enciclopedia sobre la Patagonia.

Según informaron medios de prensa locales, el menú consistió en hojaldre con hojas verdes, empanadas, cordero patagónico al asador y postre de dulce de calafate, un fruto cuya ingesta, según los lugareños, asegura el regreso a este paraíso turístico.

Aunque El Calafate está acostumbrado a recibir sin sobresaltos "visitantes ilustres", se desplegó un importante operativo de seguridad en la ciudad.

La visita de Chávez y la publicidad gratuita que ésta genera en todo el mundo le viene de maravilla a El Calafate, que se encuentra en plena campaña de promoción para atraer turistas en temporada baja luego de una temporada alta regular por la crisis global.

Chávez regresaba a Buenos Aires esta tarde, para emprender esta noche desde allí su retorno a Caracas, en tanto que Fernández permanecerá en El Calafate hasta mañana, domingo.