Oswaldo Espinoza, Nelson Navarro y Priscila Ayala, de los que las autoridades venezolanas dijeron que estaban "vinculados al secuestro y a la resistencia a la autoridad" y que habían cometido "delitos graves" en Colombia, se encuentran ya en territorio colombiano, según fuentes oficiales de ese país.
La única información de las autoridades venezolanas fue un comunicado del Ministerio del Interior, que confirmó lo que desde hacía horas venían anunciando los medios colombianos.
"Actuando en estricto apego a la Constitución y las leyes", el Gobierno del presidente Hugo Chávez ha decidido expulsar a Espinoza, Navarro y Ayala, y enjuiciar a otros cuatro colombianos también capturados en Venezuela, que no son "solicitados" por la justicia de Colombia, señala la nota oficial.
El Ministerio del Interior no hace referencia a la presunta condición guerrillera de los expulsados ni precisa si alguno de ellos ocupa algún cargo relevante dentro del organigrama de los grupos irregulares armados del vecino país.
Sí señala que Espinoza, Navarro y Ayala están solicitados por la Fiscalía de Colombia por haber incurrido supuestamente en delitos como rebelión, utilización de medios y métodos de guerra ilícitos, homicidio, secuestro y hurto calificado y agravado.
Los medios colombianos afirmaron, por su parte, que son integrantes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) o de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), de lo que se espera que informe con precisión el ministro colombiano de Defensa, Rodrigo Rivera, en una rueda de prensa convocada para hoy mismo.
Los otros cuatro colombianos, de los que no se facilitó la identidad ni las fechas y circunstancias de su captura, "serán juzgados y sometidos a la jurisdicción venezolana" debido a que no están "solicitados" por la justicia de Colombia, añade el comunicado del Ministerio del Interior de Venezuela.
El Gobierno de Chávez, remata el texto oficial, "ratifica así su compromiso inquebrantable en la lucha contra la delincuencia y la criminalidad, en estricto cumplimiento de los compromisos internacionales y bajo los principios de paz, solidaridad y respeto a los derechos humanos".
Desde Bogotá fuentes policiales informaron a Efe horas después de que los tres expulsados se encuentran ya en la ciudad de Cúcuta, fronteriza con Venezuela, desde donde serán trasladados en las próximas horas a Bogotá.
Un avión de la Policía colombiana viajó hoy hacia Venezuela para recogerlos y trasladarlos hasta Cúcuta, precisaron las fuentes.
Los tres ciudadanos colombianos serán llevados a la sede de la Dirección Antinarcóticos de la Policía en Bogotá.
La expulsión se interpreta como una prueba más del nuevo tono de colaboración y respeto en las relaciones entre Colombia y Venezuela, restablecidas por sus respectivos presidentes, Juan Manuel Santos y Hugo Chávez, el pasado 10 de agosto.
Ese día, ambos mandatarios zanjaron una larga crisis bilateral iniciada un año antes y que llegó hasta la ruptura de las relaciones, a raíz de que el entonces presidente colombiano, Álvaro Uribe, denunciara la presencia de guerrilleros en Venezuela.
En esa línea de cooperación mutua, el actual presidente de Colombia dijo ayer que cumplirá con la palabra dada a Chávez y extraditará a Venezuela al venezolano de origen sirio Walid Makled, uno de los tres narcotraficantes más buscados del mundo.
Makled, alias "El Turco", de 41 años, fue detenido en agosto pasado con apoyo de la DEA (Departamento Antidrogas de EE.UU.) en la ciudad colombiana de Cúcuta, fronteriza con Venezuela, y desde prisión ha involucrado en diversos delitos a personalidades del Gobierno venezolano y a militares, lo que Chávez ha interpretado como un fallido intento por eludir su extradición.
El presunto capo del narcotráfico asegura que aportó "por lo menos dos millones de dólares" en 2007 a la campaña del fallido referendo promovido por Chávez para aprobar la reelección indefinida, algo negado por los presuntos implicados.