El portavoz del PSC, Jaume Collboni, ha evitado polemizar este miércoles sobre la posibilidad de que el exconsejero y diputado socialista en el Parlamento catalán, Ernest Maragall, no vote al PSC en noviembre y ha zanjado la cuestión afirmando que el "voto es libre".
"El voto es libre y cada uno lo tiene que emitir en conciencia. No hay nada a valorar y ni muchos menos tomar cualquier tipo de medida, sólo faltaría", ha sentenciado Collboni en rueda de prensa.
Maragall este miércoles ha afirmado que "muy probablemente" no votará al partido del que forma parte, argumentando que no le gusta la posición negativa y a la defensiva sobre el debate independentista que, a su juicio, ha adoptado el partido que lidera Pere Navarro.
Collboni ha anunciado que el partido cerrará sus listas electorales en un Consejo Nacional el domingo 14 de octubre, y después de que las diferentes agrupaciones territoriales hayan propuesto a sus candidatos.
El portavoz socialista ha explicado que el objetivo el partido es que sean unas listas "plurales y con vocación de ser alternativa" al Govern de CiU ya que, según ha recordado, el PSC es el principal partido de la oposición en Cataluña.
El Consejo Nacional del partido está formado por 432 miembros, y el domingo pasado ya eligió a Navarro como candidato a la Presidencia de la Generalitat en detrimento de la exconsejero y diputada del PSC en el Parlamento autonómico Montserrat Tura.
ALCALDÍA DE TERRASSA
Collboni ha argumentado que el anuncio de Pere Navarro de dejar la alcaldía de Tarrasa (Barcelona) evidencia su compromiso de dar "el 100 por 100" para la campaña de los socialistas y para concentrarse en presentar alternativas a las políticas que ha hecho CiU estos dos años.
Pese a que las encuestas no auguran unos buenos resultados para los socialistas catalanes, Collboni ha asegurado que "es un momento atípico, en el que nada está escrito y todo es posible".
El portavoz socialista ha criticado que Cataluña "está peor que hace dos años" tras la gestión del gobierno de Mas, y ha censurado que el presidente tiene un proyecto difuso en el que no aclara ni hacia dónde quiere llevar Catalunya, ni cómo lo quiere hacer.