Como ya ocurriera el año pasado en Santiago de Compostela, Merkel y Rajoy han comenzado el curso político tratando los principales asuntos de la agenda europea. En esta ocasión, ha sido la canciller la que ha recibido al jefe del Ejecutivo en el Palacio de Meseberg, lugar habitual de las recepciones oficiales.
La crisis migratoria ha sido el asunto que ha ocupado más atención por tratarse de un tema de máxima urgencia que ha desbordado todas las previsiones. Previamente al encuentro con Rajoy, Merkel ha insistido en la necesidad de que los socios europeos acepten acoger a refugiados, subrayando que, de otra forma, peligraría el Acuerdo de Schengen de supresión de los controles fronterizos.
El Gobierno, no obstante, se ha mostrado reacio a aceptar el cupo de 4.000 refugiados. El Ejecutivo ha abogado por una solución europea a la crisis migratoria y ha puesto de ejemplo la experiencia española en ese asunto, con unas políticas que han primado la colaboración y la cooperación económica con los países de origen.
Ambos mandatarios han paseado por el lago Meseberg y, ya por la noche, la canciller ha ofrecido una cena a la que también han asistido los círculos más próximos de colaboradores. Por parte de Moncloa han estado el jefe del Gabinete de Rajoy, Jorge Moragas, y su asesor para asuntos económicos, Álvaro Nadal.
Este martes, después de un desayuno de trabajo entre Rajoy y Merkel, ambos ofrecerán una conferencia de prensa en Berlín. Acto seguido, el presidente del Gobierno tiene previsto participar en la Cumbre Empresarial Alemania-España.