El presidente Raúl Castro recibe a congresistas demócratas que visitan Cuba

AGENCIA EFE 07/04/2009 00:00

Un lacónico comunicado emitido por la televisión oficial dio cuenta de la entrevista pero no detalló lo conversado ni citó el objetivo de la visita de los legisladores, encabezados por la californiana Barbara Lee, presidenta del "Caucus Negro" (formado por los legisladores afroamericanos) del congreso estadounidense.

Acompañaron al general Castro en la reunión el presidente del parlamento cubano, Ricardo Alarcón; el ministro de Exteriores, Bruno Rodríguez; Pedro Sáez, del Buró Político del gobernante Partido Comunista, y el jefe de la Sección de Intereses de Cuba en Washington, Jorge Bolaños.

Los congresistas llegaron a La Habana el viernes y estarán en Cuba hasta el miércoles próximo, en momentos en que la prensa estadounidense menciona la posibilidad de que el mandatario norteamericano, Barack Obama, levante las restricciones que tienen los ciudadanos de su país para viajar a la isla o mandar remesas a sus familias.

"No traemos propuestas concretas. Estamos aquí para entablar conversaciones sobre las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Personalmente, creo que es el momento de hablar", dijo el sábado Lee en conferencia de prensa.

Otro miembro del grupo, Mel Watt, afirmó hoy que para Estados Unidos no es vital ni la enemistad ni el diálogo con el Gobierno de La Habana, pero subrayó que sería positivo que ambas partes pudieran conversar.

El legislador se refirió así a un artículo que el ex presidente Fidel Castro divulgó el domingo en el que señaló que Cuba no teme al diálogo con Estados Unidos ni necesita la confrontación para existir.

"Quizá lo mismo pueda ser dicho de Estados Unidos. No es indispensable, ni una amenaza vital, el que tengamos un diálogo con Cuba, ni que EE.UU. sea adversario de Cuba. Está claro que los dos países pueden existir sin diálogo y sin relación de adversarios", dijo Watt.

"¿No sería maravilloso si entabláramos un diálogo?", agregó el parlamentario, quien destacó que ambos países podrían encontrar ventajas e intereses comunes y poner fin así a las diferencias históricas que han separado a Estados Unidos y Cuba a pesar de la cercanía geográfica.