Un responsable iraní acusa a EEUU del atentado más sangriento en últimos 15 años

AGENCIA EFE 29/05/2009 19:50

Según un portavoz de la oficina del gobernador de la provincia meridional de Sistán-Baluchistán, la Policía ha arrestado a tres sospechosos "reclutados por Estados Unidos" por su relación con el ataque, ocurrido ayer.

"Se ha confirmado que quienes están detrás del acto terrorista en Zahedan fueron pagados por Estados Unidos y otras arrogantes manos", dijo Yalal Sayyah, en declaraciones a la agencia local Fars.

Irán acusa desde hace años a Washington de haber financiado las actividades del grupo extremista suní "Yundulah" (Ejército de Alá), que actúa en la incontrolada frontera con Afganistán y Pakistán y que tiene vínculos con el movimiento radical talibán.

"Los detenidos han sido llevados a dependencias policiales, donde están siendo interrogados", detalló, por su parte, el gobernador de la provincia, Ali Mohamad Azad.

El atentado, en el que resultaron heridas unas 80 personas, ocurrió poco después del atardecer en la mezquita Amir al Mohini, repleta a esa hora de fieles que se preparaban para la oración vespertina. Según algunas agencias de noticias iraníes, fue un atentado suicida, dato que hasta la fecha no ha sido confirmado.

El ataque ocurre apenas dos semanas antes de que Irán celebre las décimas elecciones presidenciales de la era revolucionaria, que se consideran cruciales para el futuro del país.

"Los terroristas, junto a una conocida mafia, desean agitar la situación en la provincia en víspera de las elecciones, y se aprovechan para ello del clima de inseguridad que existe en nuestra frontera este", agregó Azad.

El atentado más grave sufrido en Irán desde el triunfo de la revolución islámica en 1980 tuvo lugar en 1994 en la ciudad septentrional de Mashad, donde un la explosión de un artefacto en el famoso mausoleo del imán Reza causó 26 muertos.

En abril de 2008, y en un atentado similar, 14 personas murieron al estallar una bomba en una mezquita de la ciudad meridional de Shiraz, en suroeste del país.

La provincia de Sistán-Baluchistán es uno de los principales centros de tráfico de droga en Asia Central.

A través de su porosa e incontrolada frontera actúan grupos de narcotraficantes que sacan miles de toneladas de opiáceos cultivados en Afganistán -primer país productor del mundo de esta sustancia- para venderlas en Europa a través de las rutas de Turquía y el golfo Pérsico.

Asimismo, la zona es escenario desde hace años de ataques de grupos extremistas islámicos vinculados a la milicia radical afgana de los talibanes, que han cometido una serie de atentados mortales en territorio iraní.

El pasado abril, Irán decidió desplegar en la región a sus fuerzas de elite de la Guardia Revolucionaria para tratar de recuperar el control fronterizo.