El tráfico de armas es el "gran elefante" que debe combatir el mundo, dice Francisco Santos

AGENCIA EFE 24/04/2009 00:00

"Para combatir la piratería están metidos los chinos, los rusos, los hindúes, los paquistaníes, toda Europa, EE.UU. y Canadá. Todo el mundo está colaborando y es ejemplo de cómo debe ser la cooperación para tratar un problema infinitamente mayor, como es el del narcotráfico", afirmó Santos en declaraciones a los periodistas.

El tráfico de armas y dinero en efectivo que fluye a los carteles de las drogas en la región "es el gran elefante, porque todos lo vemos, pero hay que hacer algo al respecto", manifestó.

El vicepresidente colombiano consideró que el flujo de armas y dinero son los dos "grandes agujeros" en la lucha contra los carteles.

La mayoría de las armas de asalto disponibles en el lucrativo mercado negro proviene de Oriente Medio o del desaparecido bloque oriental, señaló.

No obstante, reconoció que el tema de la tenencia y acceso fácil a las armas es de gran sensibilidad en Estados Unidos y, de hecho, está generando una "discusión muy fuerte" en este país.

Para Santos, el hecho de que los narcotraficantes no sólo compran las armas en EE.UU., sino que "ya las están usando" aquí, va a generar una revaluación del debate sobre el asunto de "prohibir que cualquier ciudadano tenga un arma, distinta a la fuerza pública".

Preguntado por Efe al respecto, Santos dijo no atreverse a recomendar al Gobierno del presidente Barack Obama que prohíba la importación de armas de asalto y que, además, éste "ya tiene suficientes problemas".

Durante su viaje a México el pasado día 16, Obama dijo que pedirá al Senado la ratificación de la convención interamericana contra las armas ilícitas, conocida como CIFTA, que fue suscrita por EE.UU. en 1997.

La "narcoviolencia" en la frontera sur de Estados Unidos se ha convertido en un problema de seguridad nacional para Washington y dentro y fuera del Congreso aumentan las presiones para que se prohíba la importación de armas de alto calibre y se ataje el flujo de armas hacia México.

Santos aseguró que la atención al problema que atraviesa México no perjudica a Colombia, sino que más bien ayudará a que se aborde el narcotráfico con "más integralidad".

Es un problema que requiere una "nueva mirada" y una respuesta a toda "la cadena geográfica", desde la producción hasta el trasiego y consumo de drogas y el lavado de dinero, indicó.

Agregó que Colombia, que vivió lo más cruento del "narcoterrorismo" en la década de los años 80, está colaborando estrechamente con México.

La "narcoviolencia" se ha cobrado la vida de más de 10.000 personas en México desde que el presidente Felipe Calderón le declaró la guerra a los carteles de la droga con el despliegue de tropas.

"La reacción de los narcotraficantes para tratar de arrodillar a una sociedad muchas veces los desquicia y los lleva a cometer equivocaciones", como el recrudecimiento de sus ataques, observó Santos.

Previamente, durante un discurso en la Universidad de Georgetown, Santos criticó el compromiso de Europa en la lucha antidrogas, centrada la estrategia en el consumo y en la "reducción del daño".

También explicó el alcance del "programa de responsabilidad compartida" que el Gobierno colombiano lanzó para destacar el impacto social y ecológico que tiene el narcotráfico en su país.

Cada gramo de cocaína que se consume en EE.UU., España, y el resto del mundo está contribuyendo a la destrucción de la selva en Colombia y al aumento de los secuestros y asesinatos, advirtió Santos.

Se calcula que en los últimos 20 años, Colombia ha perdido cerca de 2,18 millones de hectáreas de selva por el cultivo de la coca, y que por cada gramo de cocaína se pierden cuatro metros cuadrados de selva.

El 90 por ciento de la cocaína que se consume en Estados Unidos proviene de Colombia.

Desde 2000, Estados Unidos ha aportado poco más de 5.000 millones de dólares para el Plan Colombia, que ha sido fuente de pugnas entre demócratas y republicanos.

Un informe oficial de EE.UU. en noviembre de 2008 señaló que el Plan Colombia no ha logrado su meta de reducir por la mitad la producción de estupefacientes, aunque sí ha contribuido a mejorar marcadamente la seguridad en el país.

Tras su presentación en Washington, Santos viajará a Nueva York, donde mañana sostendrá una serie de reuniones, entre ellas una con el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.