Urkullu dice que el "desafío" es buscar formas de organización que "superen las estructuras rígidas" de los estados

EUROPA PRESS 02/09/2013 11:39

El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha defendido que Europa es "el horizonte de los vascos del siglo XXI" y ha considerado que "el gran desafío, la gran oportunidad, de la nación vasca consiste en encontrar nuevas formas de organización política capaces de superar las estructuras rígidas en las que se han asentado las realidades estatales".

El presidente vasco ha presidido la inauguración del Congreso Internacional 'Europa después de la crisis del euro: legitimidad, democracia y justicia', que se celebra desde este lunes en el Bizkaia Aretoa de Bilbao, organizado por Globernance, el Instituto de Gobernanza Democrática.

En la apertura, han participado también el portavoz de la Diputación de Bizkaia, Unai Rementeria, el consejero delegado de la Alcaldía de Bilbao, Andoni Aldecoa, el rector de la UPV/EHU, Iñaki Goirizelaia, el presidente de Kutxabank, Mario Fernández, y el director de Globernance, Daniel Innerarity.

Durante su intervención, Urkullu ha analizado la situación de Europa como consecuencia de una crisis en la que "no es fácil ver la salida del final del túnel" y que, aunque en un principio tuvo un carácter financiero, ha acabado "derivando en una crisis económica, institucional y, sobre todo, en una crisis de valores".

"Falta de confianza, visión y liderazgo", ha lamentado el presidente vasco, que ha resaltado que, ante "la incertidumbre" creada, los estados parece que se han "replegado sobre sí mismos" y ha indicado que las medidas monetarias adoptadas por el Banco Central Europeo han sido "imprescindibles", pero "insuficientes a medio y largo plazo".

A su entender, la unión bancaria y la convergencia en materia fiscal y económica "resultan necesarias" no sólo para el mantenimiento del euro, sino para "la supervivencia del proyecto político de integración europeo".

En esta línea, ha manifestado que "el objetivo final será el de preservar la sociedad del bienestar, santo y seña del proyecto europeo", con las personas "en el centro del proyecto europeo".

En este escenario, se ha preguntado "cuál será el papel" de Europa después de la crisis y ha dicho no imaginar "un club de Estados". Del mismo modo, ha considerado "poco probable que la Unión Europea se convierta en un macroestado federal ni que vacíe de competencias a los Estados y naciones que lo componen".

"Creo en una Europa centrada en dar respuestas a las necesidades ciudadanas desde el principio de la subsidiaridad y la gobernanza multinivel. Creo en la Europa de la libertad y de la solidaridad, en la Europa de la diversidad de los pueblos y las culturas que la conforman", ha afirmado Urkullu, que ha agregado que una Europa "construida desde estos principios y valores" va a "resolver de forma más eficaz los intereses de los ciudadanos" y, por tanto, a gozar de "mayor grado de legitimidad".

El lehendakari ha opinado que "el reto del autogobierno hoy está en la capacidad de participar en procesos complejos de actuación y decisión". "Debemos ubicar el foco del poder político en los términos de la interdependencia y la participación democrática", ha señalado.

Para Urkullu, "el gran desafío, la gran oportunidad de la nación vasca, consiste en encontrar nuevas formas de organización política capaces de superar las estructuras rígidas en que se han asentado las realidades estatales".

"Europa es el horizonte de los vascos en el siglo XXI.

La Europa en construcción que debe ensayar las nuevas formas de articular las relaciones entre los estados, las naciones y las sociedades que la conforman. Un espacio inédito para la redefinición de lo propio y lo común, de la unidad y la diversidad, un escenario de interdependencia", ha indicado.

El presidente vasco se ha mostrado convencido de que "no hay otro camino que forjar juntos una Europa más unida, con un modelo social y político alternativo" y ha agregado que "el modelo de soberanía fiscal orienta nuestro modelo de soberanía compartida, desde el respeto, el reconocimiento y la igualdad".

"EN LA MISMA TRAINERA"

Por su parte, el diputado vizcaíno Unai Rementeria ha apostado por salir de la crisis "remando en la misma trainera tanto la administración como la misma ciudadanía" y "con el mismo norte", que "en nuestra brújula lo marca Europa".

En este sentido, ha señalado que "somos parte" de Europa y, por tanto, "no podemos recorrer vías divergentes, que en demasiadas ocasiones son confundidas, de manera interesada, con las peculiaridades propias de nuestros territorios históricos". Por ello, ha defendido la necesidad de que "Europa entienda sin confusiones la fiscalidad propia" de los territorios vascos.

Asimismo, ha considerado que la Unión Europea debe reconocer "las realidades nacionales y locales" y "arbitrar mecanismos jurídicos" para "nuevos sujetos políticos".

El consejero delegado de la Alcaldía de Bilbao, Andoni Aldecoa, ha alertado del "infantilismo europeo" que lleva a los estados y a la ciudadanía a "responsabilizar a los demás de los déficits y problemas propios" y a demandar a Europa "todas las soluciones y recetas". Además, Aldecoa ha advertido de que, para salir "con garantías" de la crisis económica, es preciso "afrontar también la crisis política".

"LA EUROPA DE LA INDIFERENCIA"

Por su lado, el presidente de Kutxabank, Mario Fernández, ha considerado que "hemos entrado en una Europa de los gobiernos", pero sin la existencia de "aquellos líderes que en aquel momento fueron capaces de poner en marcha la Unión Europea y hacerla viable".

"Estamos en un momento en que crece el escepticismo respecto a las propias instituciones europeas", ha alertado Fernández, que ha opinado que el tratamiento que han recibido "los países en situación más compleja, los mismos que cuando a Alemania se le llamaba el 'enfermo de Europa' contribuyeron a solucionar el problema de Alemania, dista mucho de aquella política económica".

De este modo, ha defendido que "no exista una política económica que no tenga en consideración las consecuencias sociales" y ha lamentado que la política de la Unión monetaria es "manifiestamente mejorable" en los últimos años.

El rector de la UPV/EHU, Iñaki Goirizelaia, ha advertido del riesgo de que "se pueda acabar gestando una Europa de la indiferencia, un espacio social que disfruta de los beneficios de la Unión, pero que no aprecia en ellos el verdadero fundamento que sustenta su sistema de libertades y su sistema de bienestar".

Por ello, ha señalado que es "obligación" de las instituciones políticas, y también de los agentes sociales y culturales, resaltar "la potencialidad" de la Unión Europea como "proyecto económico, político y social", además de "combatir con herramientas conceptuales a esa Europa de la indiferencia que puede abrirse paso al calor de la crisis".

El director de Globernance, Daniel Innerarity, ha apuntado que, en la actual "encrucijada" en la que se encuentra Europa como consecuencia de la crisis, es preciso "revisar a fondo algunos de los valores que están en la base de la construcción europea".