Biden se reunirá esta mañana con la Presidencia tripartita bosnia, una jefatura colegiada del Estado integrada por un musulmán, un serbio y un croata, y después se dirigirá a los diputados del Parlamento.
También conversará con el primer ministro de Bosnia-Herzegovina, Nikola Spiric, y con el jefe del Gobierno autonómico del ente serbobosnio, Milorad Dodik.
En Sarajevo, Biden estará acompañado por el jefe de la diplomacia europea, Javier Solana, y por el diplomático austríaco Valentin Inzko, alto representante de la comunidad internacional para Bosnia-Herzegovina.
Se espera que Biden pida que se acelere la encallada reforma constitucional y que reclame más eficacia de las instituciones centrales del país -comunes de musulmanes, serbios y croatas-, débiles todavía 14 años después de la guerra bosnia (1992-1995).
La gira del vicepresidente a Bosnia-Herzegovina, Serbia y Kosovo es considerada como una clara señal de la importancia que la Administración Obama atribuye a la región y del interés de Estados Unidos por la estabilidad en los Balcanes.