En sus conclusiones finales, las partes se han mantenido en sus respectivas peticiones de penas, 18 años de cárcel y 6.000 euros de indemnización por parte del fiscal, 20 años y 12.000 euros de indemnización por parte de la acusación particular y la libre absolución por parte de la defensa.
En la segunda sesión de la vista oral que, al igual que la primera, se ha celebrado a puerta cerrada, se han oído los distintos informes forenses y psicológicos, dado que el joven ha sido diagnosticado de una "disminución emocional, psicológica y mental" que hace que tenga una capacidad intelectual menor a la de su edad biológica.
En declaraciones a los medios, tanto el fiscal como la acusación particular han basado sus peticiones de penas en el hecho de que el relato de la joven ha mantenido siempre la misma coherencia y que, algunos de los amigos de la chica, han ratificado algunos hechos.
Por su parte, la defensa del joven ha sostenido que la declaración de la chica estuvo llena de contradicciones, que llevan a pensar a que historia que ha contado no se ajusta a la realidad.
Los hechos sucedieron entre febrero y marzo de 2012, cuando el joven y la chica mantuvieron un noviazgo y consumaron el acto sexual en cuatro ocasiones, siempre con la amenaza del chico de dejar la relación si no lo hacían, según se recogía en el escrito de acusaciones.