Zapatero augura que "las cosas van a salir bien" y empeña su esfuerzo en el diálogo

AGENCIA EFE 14/04/2009 08:48

Zapatero se ha reunido hoy en el Congreso con los diputados, senadores y eurodiputados del PSOE, ante quienes ha repasado el primer año de esta legislatura y ha glosado los objetivos de su Gobierno para el próximo periodo.

Unos objetivos enmarcados en la segunda fase de la lucha contra la crisis y que pasan por anticipar la recuperación de la economía y el empleo, mediante una estrategia integral, y por preparar a España para el escenario posterior.

"Lo vamos a hacer cada día mejor, lo vamos a hacer bien, y además las cosas van a salir bien", ha subrayado el presidente, antes de comprometerse a poner en ello todas sus energías para alcanzar estas metas "en este próximo año".

A su juicio, el Gobierno ha ido reaccionando ante la grave crisis teniendo en cuenta la realidad que se iba produciendo en cada momento y dentro de su margen de posibilidades, que "no son infinitas".

De este modo, durante los meses en los que se desencadenó una crisis de una magnitud y agresividad que nadie había podido predecir, el Gobierno tuvo como objetivo prioritario "parar el golpe y tratar de contener los daños".

Participar en la toma decisiones en el ámbito internacional contra la crisis, preservar el sistema financiero, defender la protección social o inyectar fuertes recursos públicos para generar actividad económica y empleo han sido algunas de las piezas clave de las políticas de Zapatero en este tiempo.

"Evidentemente la crisis continúa, pero eso no significa que los esfuerzos hayan sido baldíos", ha reflexionado, después de recordar que en la anterior legislatura se consiguieron unos logros -entre los que ha citado el superávit en las cuentas del Estado, los avances en derechos sociales o el diálogo social-, que están siendo "decisivos" para resistir "la severa crisis".

Para la segunda fase que ahora se inicia, "más compleja, pero más esperanzadora", ha ordenado a sus ministros que aceleran al máximo, dentro de la ley, todas las medidas de estímulo de la economía, con el propósito de anticipar la recuperación.

Y es que "si la situación es de emergencia, los ritmos tienen que serlo también", de acuerdo con el análisis de Zapatero, quien también ha elogiado la actitud "extraordinariamente positiva" de sindicatos y empresarios ante esta coyuntura y el mantenimiento del diálogo social.

En su alocución, ha dicho que asume plenamente los objetivos marcados en la reciente reunión del G-20 en Londres, entre ellos restaurar el crecimiento y el empleo, fortalecer la regulación y la supervisión del sistema financiero, promover la inversión y el comercio o garantizar una recuperación socialmente justa y ambientalmente sostenible, entre otros.

A todo ello ha sumado los tres grandes objetivos de su Gobierno para los próximos meses, encabezados por una estrategia integral para recuperar la economía y el empleo como eje de toda la acción del Gobierno y no sólo de las áreas económicas.

Una segunda meta es favorecer la concertación a todos los niveles para salir de esta situación, tanto internacional, como social, territorial y políticamente, y el tercer objetivo es emprender "desde ahora mismo" los cambios y las reformas oportunas que permitan estar preparados para el escenario posterior a la crisis.

Zapatero ha presentado a sus compañeros de filas a los nuevos ministros de su Gobierno, presentes en la reunión, y ha trasladado su gratitud a los salientes, también en la misma sala.

En este contexto, ha bromeado con los reproches que han recibido algunos de los nuevos ministros, como Manuel Chaves o José Blanco, y ha hecho notar que se ha llegado "al absurdo de buscar las críticas hasta en lo más insólito".

"Que el presidente del partido y el vicesecretario general del Partido Socialista estén en el Gobierno socialista parece algo natural. Lo extraño sería que lo estuvieran militantes del PP. No va a pasar, creo que por mucho tiempo", ha ironizado.

Sobre la Presidencia española de la UE en el primer semestre de 2010, ha augurado que, dada la posición que ha alcanzado en el mundo, se prevé que ese periodo sea "mucho más fructífero y decisivo" para Europa y para España.

Parafraseando al presidente estadounidense, Barack Obama, ha anotado que esa etapa será una buena ocasión de demostrar la "extraordinaria influencia de España en el mundo".