En concreto, el jefe del Ejecutivo español hablará sobre la situación en el arco regional que va del mar Mediterráneo al Caspio, lo que incluye Oriente Medio, Irán y también Afganistán.
Esa es una región muy importante para los Veintisiete, pues tras la estabilización de la zona de los Balcanes es el área de inestabilidad que más afecta a los europeos, explicó a Efe Cristina Gallach, portavoz del Alto Representante de la UE para la Política Exterior y de Seguridad Común.
Según avanzaron fuentes del Gobierno español, Zapatero invitará a Estados Unidos a sumarse al proyecto de la Unión por el Mediterráneo, iniciativa lanzada por la UE y los países de la ribera sur del Mediterráneo para potenciar las relaciones y el desarrollo regional.
En concreto, el jefe del Ejecutivo español destacará la importancia de cooperar con la administración de Obama para relanzar el diálogo político, las energías renovables y la agenda de desarrollo en la región mediterránea.
A su juicio, la relación entre europeos y estadounidenses abre nuevas posibilidades de cooperación entre áreas geográficas que quieren "escuchar y ser escuchadas".
La presidencia checa de la UE, organizadora de la cumbre UE-EEUU, planteó a los Estados miembros limitar el número de intervenciones para que la sesión de trabajo, que durará alrededor de dos horas y media, sea lo más operativa posible.
Tras una negociación que se alargó varias semanas, los Veintisiete han acordado que cuatro jefes de Estado o de Gobierno se encargarán de presentar los temas de discusión, aunque todos podrán tomar la palabra si lo desean.
El primer ministro británico, Gordon Brown, expondrá sobre cuestiones económicas y explicará los resultados de la cumbre del G-20 de Londres, en la que fue anfitrión.
A los representantes de Estonia y Suecia, el próximo país en presidir la UE al que seguirá España, les ha correspondido presentar los objetivos comunitarios en materia de lucha contra el cambio climático y seguridad energética.
Los europeos son especialmente ambiciosos en la cuestión medioambiental, en la que esperan que Obama asuma algún tipo de compromiso, en línea con los que se ha marcado la UE, para la reducción de las emisiones contaminantes.
La nueva Administración estadounidense ha dado algunas señales de acercamiento hacia las posiciones europeas, lo que podría facilitar un acuerdo en la cumbre de la ONU en Copenhague en diciembre, en la que se intentará pactar un nuevo objetivo de recorte de las emisiones de CO2 a partir de 2012, cuando expira el Protocolo de Kioto.
En energía, se tratarán asuntos relacionados con la seguridad del suministro a Europa, especialmente el "corredor sur" del gas, para favorecer la llegada de ese combustible por rutas alternativas al tránsito de gas ruso por Ucrania.