Armas de la CIA para rebeldes sirios acaban en mercado negro vendidas por jordanos, según 'NYT'

EUROPA PRESS 27/06/2016 12:19

Las armas entregadas por la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA) y Arabia Saudí para rebeldes sirios han sido sustraídas de forma sistemática por agentes de la Inteligencia jordana para venderlas en el mercado negro, según han informado fuentes gubernamentales estadounidenses y jordanas al diario 'The New York Times'.

Tras varios meses de investigación, el FBI ha concluido que algunas de las armas robadas fueron de hecho utilizadas en un tiroteo registrado en noviembre que acabó con la vida de dos ciudadanos estadounidenses y otras tres personas en una base de entrenamiento policial en Amán, según han contado fuentes próximas a las pesquisas.

La existencia de este robo de armas, que concluyó hace escasos meses por las quejas de los Gobiernos de Estados Unidos y de Arabia Saudí, ha sido descubierta por una investigación conjunta realizada por el diario 'The New York Times' y la cadena de televisión qatarí Al Yazira.

Este robo, que ha supuesto la desaparición de armas por valor de varios millones de dólares, denota, según el diario neoyorquino, las consecuencias imprevistas del programa para armar y entrenar a rebeldes, un proyecto que la CIA y el Pentágono mantienen desde hace décadas, incluso antes de que la administración Obama intentara someter esta actividad a un estricto control.

Los oficiales de Inteligencia jordanos que participaron en la sustracción de armas luego emplearon el dinero obtenido para comprarse vehículos tototerreno, teléfonos inteligentes iPhone y artículos de lujo, según han admitido fuentes gubernamentales jordanas.

El robo y la reventa de las armas, incluidos lanzagranadas, morteros y fusiles de asalto Kalashnikov, han reforzado el mercado negro de armamento. Los investigadores desconocen dónde han acabado las armas pero una gran diversidad de grupos armados y redes criminales utilizan este mercado para comprar sus arsenales. Los traficantes de armas también comprar armamento en esos bazares para luego venderlos fuera del país.

La investigación del FBI sobre el tiroteo de Amán todavía continúa. Responsables estadounidenses y jordanos creen que las armas utilizadas por un capitán de la Policía jordana, Anwar Abú Zaid, para matar a dos contratistas estadounidenses, dos jordanos y un sudafricano llegaron originalmente a Jordania para ser entregadas a los rebeldes sirios.

Las fuentes consultadas han dicho que los investigadores descubrieron que las armas del tiroteo procedían del programa para armar a los rebeldes sirios por sus números de serie.

EL GOBIERNO JORDANO LO NIEGA

El secretario de Estado para la Comunicación de Jordania, Mohammad H. al Momani, ha negado las acusaciones y ha dicho que es "absolutamente incorrecto" que agentes de Inteligencia de su país robaran las armas.

"Las armas de nuestras instituciones de seguridad están convenientemente registradas, con la mayor disciplina", ha asegurado. En este sentido, ha dicho que la Dirección General de Inteligencia jordana (GID) es una "institución reputada a nivel mundial y conocida por su comportamiento profesional y su alto grado de cooperación con las agencias de seguridad", ha indicado. En Jordania, el director de la GID está considerado como el alto cargo más importante después del rey.

El programa de entrenamiento, que en 2013 comenzó a armar directamente a rebeldes sirios en el marco de la iniciativa conocida como 'Timber Sycamore', está gestionado por la CIA y por varios servicios de Inteligencia de países árabes para reforzar a las fuerzas que combaten al régimen de Bashar al Assad. Estados Unidos y Arabia Saudí son los principales contribuyentes, con las autoridades saudíes aportando armas y grandes cantidades de dinero, y con la efectivos paramilitares de la CIA dirigiendo el entrenamiento de los rebeldes con 'Kalashnikovs', morteros, misiles anticarro y otras armas.

La existencia de este programa es materia clasificada, al igual que todos los detalles. Las autoridades estadounidenses sostienen que la CIA ha entrenado a miles de rebeldes durante los últimos tres años y que habían conseguido avances sustanciales en el campo de batalla frente a las fuerzas del régimen de Al Assad hasta que las Fuerzas Armadas rusas les obligaron a retirarse.

Este programa de armamento y entrenamiento está situado en Jordania por la proximidad de este país a los campos de batalla en Siria. Desde el principio, la CIA y los servicios de Inteligencia de países árabes han confiado en las fuerzas de seguridad jordanas para trasladar las armas, muchas compradas a granel en los Balcanes y en Europea del Este.

Este programa es distinto del creado por el Pentágono para entrenar a rebeldes para que combatan contra Estado Islámico, una iniciativa que fue cancelada después de que solo se hubiera formado a unos pocos combatientes.