Arranca el recuento en las elecciones presidenciales y legislativas en Nigeria

EUROPA PRESS 30/03/2015 03:14

El principal partido de la oposición nigeriana, el Congreso de Todos los Progresistas (APC), ha manifestado ya su rechazo al resultado de las elecciones por las irregularidades en el estado de Rivers (sur).

El APC ha acusado a los partidarios del presidente saliente y candidato a la reelección, Goodluck Jonathan, de ser responsables del asesinato de simpatizantes de la oposición y ha denunciado la "vergüenza" y el "montaje" del proceso electoral.

"Milicias armadas están intensificando los asesinatos de miembros del APC. Varios ya han sido asesinados", ha denunciado el candidato presidencial de la oposición y exdictador Muhammadu Buhari, que ha apuntado a miembros del Partido Democrático del Pueblo de Jonathan como responsables de estas muertes.

En este sentido, el presidente de la INEC, Attahiru Jega, ha expresado su preocupación por las supuestas irregularidades en Rivers, asegurando que las autoridades electorales están ya investigando estas denuncias sobre la prohibición a representantes de la oposición a asistir al recuento.

Los comicios de este sábado han estado marcados por la confusión y la violencia y se teme que se repita la violencia que siguió a las elecciones de 2011, cuando murieron 800 personas en el norte del país, de mayoría musulmana.

La votación ha sido prorrogada durante el domingo en varios centros en los que no se pudo votar el sábado por problemas técnicos de las máquinas de recuento de votos. Además, Boko Haram ha matado a al menos una decena de votantes después de amenazar con asesinar a cualquier que acudiera a las urnas.

De hecho, el propio Jonathan ha sido uno de los afectados por estos problemas técnicos, por lo que no ha podido votar. Su formación, el Partido Democrático del Pueblo (PDP) ha descrito el suceso como "una gran vergüenza nacional".

La votación enfrenta a Jonathan con Buhari y el electorado se encuentra divido en un crisol de etnias, religiones y diferencias regionales. También es la primera votación desde el fin del régimen militar, en 1999, en la que un candidato de la oposición tiene opciones reales de derrotar al aspirante a la reelección.