"El movimiento de los derechos civiles era un movimiento apoyado por la música, llevado a cabo por los negros espirituales, inspirado por la Biblia y enmarcado por las canciones de protesta sobre las injusticias que debían ser corregidas. Este movimiento fue ampliado por artistas 'folk' como una neoyorquina hija de inmigrantes y un joven narrador de Minnesota", recordó Barack Obama.
El gran salón de baile en la Casa Blanca se transformó en una sala de conciertos. Allí se reunieron muchos de los grandes nombres del cine y de la música en América. Estaban además de Bob Dylan y Joan Baez, que ahora tienen, respectivamente, 68 y 69 años, los cantantes Natalie Cole, Jennifer Hudson, John Legend, Smokey Robinson & Seal, y del actor Morgan Freeman. Entre el público había muchos miembros de la administración de Obama, así como líderes de derechos civiles y estudiantes.
Obama rindió homenaje a la música que, dijo, habían alimentado marchas de la libertad y la desobediencia civil. Y no lo dudó y se subió al escenario.