Hasta el momento se tenía conocimiento de la entrada, sin invitación, de Michaele y Tareq Salahi, una pareja habitual en cócteles y recepciones de la alta sociedad estadounidense.
Ellos no sólo lograron burlar los controles de seguridad del Servicio Secreto, sino que también consiguieron saludar personalmente a Obama, lo que desató las alarmas por el fácil acceso al presidente.
Los Salahi se fotografiaron además en la cena con el vicepresidente de EEUU, Joseph Biden, el jefe de Gabinete de la Casa Blanca, Rahm Emanuel, y otros invitados.
Mayor seguridad
Tras este escándalo, el Servicio Secreto ha revelado que un tercer invitado, del que no se ha facilitado la identidad, entró también sin invitación y pasó todos de los controles, pero no tuvo contacto con el presidente.
Esta situación salió a la luz a raíz de la investigación que el Servicio Secreto abrió para determinar qué falló en los sistemas de control de la cena de estado.
El Servicio Secreto de la Casa Blanca adelantó que va a poner en marcha un endurecimiento de las medidas de seguridad para evitar que estos incidentes vuelvan a producirse. RSO