El Ejército ceilanés avanza en el último reducto de la guerrilla, que denuncia una masacre

AGENCIA EFE 21/04/2009 09:18

Los soldados ceilaneses lograron hoy penetrar y dividir en dos la estrecha franja de tierra costera, de apenas 20 kilómetros cuadrados, en la que resistían los Tigres para la Liberación de la Patria Tamil (LTTE) junto a al menos 100.000 civiles.

El Ejército logró ayer abrir una brecha en la línea de defensa del LTTE a la altura de Puthumathalan y hoy estableció sus nuevas posiciones a través del territorio -una especie de islote conectado con la isla principal por una serie de puentes- y hasta la costa, según un comunicado oficial.

A lo largo del día, se mantuvo el flujo de civiles tamiles huyendo de los combates en la que parece ser la ofensiva definitiva contra el LTTE tras el ultimatum de 24 horas lanzado ayer a su líder, Vellupillai Prabhakaran, para que se rindiera.

El Ministerio de Defensa ha actualizando la cifra de civiles tamiles "rescatados" desde ayer del reducto guerrillero, que el propio Gobierno había declarado "zona segura" comprometiéndose a no atacarlo, hasta establecerla en 62.609 personas.

En un comunicado, el LTTE denunció hoy que los últimos combates se han cobrado la vida de al menos 1.000 civiles y han causado heridas a 2.300.

La guerrilla acusó al Ejército de emplear bombas de racimo y armamento químico en su ataque contra la llamada "zona segura".

Por su parte, el Ejército dijo hoy que en los combates abatió a 13 rebeldes con daños "menores" entre sus filas. Ayer había denunciado que los tamiles atentaron contra los civiles que huían y mataron a 17 de ellos, además de causar 200 heridos.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), la única agencia humanitaria con acceso a la zona tamil, alertó hoy en un comunicado de que la ofensiva en marcha "puede conducir a un aumento drástico en el número de bajas civiles".

Tras calificar de "catastrófica" la situación, el CICR denunció que los combates en marcha han supuesto la muerte y heridas de "cientos de civiles que tienen un acceso mínimo a la atención médica".

"Lo que estamos presenciando son combates intensos en un área muy pequeña abarrotada de gente que había huido hacia ella", describió el CICR, para recordar a los dos bandos sus obligaciones bajo las leyes humanitarias internacionales.

"Nos enfrentamos a una crisis humanitaria de dimensiones bíblicas", alertó a Efe un trabajador humanitario en Sri Lanka, contactado telefónicamente.

El cooperante dijo que la "zona segura" ha estado sometida a constantes bombardeos en las últimas semanas pero que es "imposible verificar la cifra de muertos en esas operaciones", y añadió que fue sitiada hace una semana por cuatro divisiones militares, que ayer se lanzaron a su conquista.

Los civiles huyen a pie de la franja "liberada" por el Ejército, que los somete en el camino a un control de seguridad para cerciorarse de que, con ellos, no huyen miembros del LTTE y los lleva posteriormente en autobús hasta el distrito septentrional de Vavuniya, controlado por el Gobierno desde hace meses.

En los campos de acogida, habilitados por las autoridades y vigilados por el Ejército, los desplazados tamiles carecen de libertad de movimiento y no hay observadores internacionales, agregó la fuente.

El Ejército de Sri Lanka lanzó a principios de este año una exitosa ofensiva contra el LTTE, que lucha desde hace dos décadas por un Estado independiente en el norte y este del país, donde su etnia es predominante.