Las autoridades chinas han confirmado la muerte de, al menos, seis personas en una nueva réplica del seísmo que el pasado día doce dejó más de sesenta mil muertos y veinte mil desaparecidos. Hay un millar de heridos. Esta réplica ha sido la más fuerte de todas las que se han producido hasta ahora. El temblor pudo sentirse incluso en en Pekín, a 1.500 kilómetros de distancia del epicentro.
Dinamitar los lagos
Al mismo tiempo, efectivos de las fuerzas armadas han dinamitado esta noche uno de los lagos que estaban a punto de desbordarse sobre las devastadas poblaciones de la provincia de Sichuan. Unos 150 policías, portando cada uno de ellos 10 kilogramos de dinamita, llegaron a pie pasada la medianoche y tras varias horas de caminata hasta el lago, y empezaron de inmediato las labores para dinamitar el dique formado por aludes de tierra y rocas.
Se trata de uno de los más de 30 lagos formados por el seísmo de ocho grados de magnitud del pasado 12 de mayo. Los evacuados por el riesgo de inundaciones alcanzan ya los cien mil.
Realojar a los afectados
Ahora, la principal preocupación de las autoridades chinas es realojar a los afectados. De momento, han pedido tres millones de tiendas de campaña para alojar a los más de 14,4 millones de evacuados que duermen al raso desde el pasado día 12.
"La mayor dificultad ahora es la falta de tiendas de campaña. Hemos reunido tiendas de todo el país y recibido ayuda del resto del mundo, pero todavía necesitamos más", ha explicado el primer ministro chino, Wen Jiabaoconfirma. RSO/CFL