Las 16 personas que han sido encontradas por el Ejército mexicano permanecían secuestradas por un grupo de narcotraficantes. Los rehenes estaban encadenados día y noche en la misma finca que sus secuestradores utilizaban como centro de operaciones de sus negocios de narcotráfico.
El Ejército los ha encontrado de casualidad gracias a una denuncia anónima. Los 16 rehenes, entre los que había una mujer y su hijo de dos años, estaban en condiciones infrahumanas. No se sabe el tiempo que llevaban retenidos en el rancho ni porqué fueron secuestrados.
Algunos de ellos fueron secuestrados cuando se dirigían a su lugar de trabajo. "Nos agarraron como gatos. Nos quitaron todo, teléfonos, todo. Sólo nos dijeron que nos iban a llevar a una investigación y hasta ahora que, gracias a ustedes estamos bien", explica uno de los rehenes.
Droga y armamento
La operación militar, que ha contado con la ayuda de varios helicópteros, se ha saldado con la muerte de dos miembros de esta banda de sicarios.
En este rancho, situado en el estado de Nueva León, al norte del país, guardaba cerca de dos toneladas de marihuana y más de una treintena de armas que están en poder de las fuerzas armadas.
Esta redada se ha producido un día después de otro enfrentamiento con narcotraficantes que concluyó con la liberación de siete agricultores.