El centro, de un modesto barrio estadounidense de la ciudad de Chicago tiene 800 estudiantes. De ellas, más de un centenar está o ha estado embarazada. El director del colegio de este colegio, Gerald Morrow, ha confesado a una televisión local el problema y ha tratado de justificar esas desorbitadas cifras de embarazos con una variedad de factores que poco tienen que ver con la escuela.
"Pueden ser muchas cosas que ocurran en su casa, o que deberían ocurrir y no ocurren", ha dicho a CBS el director, que opina que un factor clave puede ser la ausencia del padre en muchos de los hogares.
Para la estudiante LaDonna Denson y dos de sus amigas, la explicación está en la falta de comunicación entre padres e hijos y la ausencia de búsqueda de asistencia pública.
Aunque ni Denson ni sus amigas pensaron nunca que serían madres tan jóvenes, las tres consideran que tienen suerte de tener apoyo en casa, y de que no las hayan echado a la calle al enterarse de la noticia como le ocurrió a otras estudiantes.
Ese tipo de reacciones no casan con la filosofía de la escuela, según Morrow, que fue a su vez fruto de un embarazo adolescente.
"En ningún caso les reprochamos que hayan cometido un error. Lo que pensamos es cómo podemos llevarlas hasta la siguiente fase, cómo conseguir que sigan pensando en la graduación", ha asegurado.
Para el director, esa siguiente fase significa simplemente inscribirlas en un programa para padres adolescentes. Pero los empresarios de la zona no han tardado en detectar una oportunidad de negocio, y están convirtiendo lo que una vez fue un punto de venta oculta de droga en una guardería para los bebés de las estudiantes.
La noticia ha provocado la indignación de varias de las estudiantes, que abrazan el lema de que "no porque tengas un bebé tu vida ha terminado".
Los medios estadounidenses no han tardado en comparar el caso del instituto Paul Robeson con el que se descubrió el pasado junio en el Gloucester High School de Massachusetts, donde 17 estudiantes de no más de 16 años pactaron quedar embarazadas para criar a sus niños juntas.
Según un informe publicado en marzo por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), la tasa de embarazos de adolescentes de edades comprendidas entre los 15 y los 19 años aumentó un 5 por ciento entre 2005 y 2007.
EBP