Europa se moviliza contra la inminente ejecución de Sakineh Astiani

INFORMATIVOS TELECINCO / AGENCIAS 02/11/2010 07:52

La iraní Sakineh Mohammadi Ashtiani, cuya condena a morir lapidada en Irán ha desatado una oleada de indignación en la comunidad internacional, será ejecutada este miércoles, tal y como ha informado el Comité Internacional contra la Lapidación.

Según la organización, las autoridades iraníes han dado la orden para llevar a cabo la ejecución en la prisión de Tabriz, donde Asthiani cumple condena.

Sajjad Ghaderzadeh, el hijo mayor de Ashtiani, y Hutan Kian, el abogado de la mujer, permanecen detenidos desde que el 10 de octubre concedieran una entrevista al diario alemán Bild. El periodista y el cámara del diario alemán que realizaron la entrevista permanecen desde entonces arrestados en Irán.

Presión para evitar la ejecución

España se suma a la lucha

La ministra de Asuntos Exteriores española, Trinidad Jiménez, ha declarado que el Gobierno "insistirá hasta el último minuto" y "utilizará todas las vías diplomáticas" para evitar la lapidación de la mujer iraní Sakineh Mohamadi Ashtiani.

Jiménez ha recordado que España "lleva muchos años" trabajando por la defensa de los derechos humanos "como una prioridad" en su política exterior y, en los últimos años, especialmente "por la abolición de la pena de muerte". "Vamos a seguir insistiendo para que esta no se llegue a producir", ha insistido. EPF/RSO

Otro de los indicios de que pueda ser ejecutada este miércoles es que las autoridades iraníes suelen aplicar la pena los miércoles.

Ashtiani, de 43 años y madre de dos hijos, fue condenada a morir lapidada en 2006 por haber mantenido relaciones con dos hombres tras la muerte de su marido. Mas tarde, también fue acusada de ser cómplice en el asesinato de su marido y desde entonces permanece ingresada en un cárcel de Tabriz, en el norte del país.

En una entrevista en la televisión iraní la acusada admitía su culpa, pero organizaciones como Amnistía Internacional rechazaron la declaración alegando que podía haber sido hecha bajo presión.

La movilización de la comunidad internacional aumentó después de que el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que mantienen buenas relaciones con el presidente iraní Mahmud Ahmadineyad, ofreciera asilo político a Ashtiani, demanda que fue rechazada por las autoridades de Irán.

También los ministros de Asuntos Exteriores de Francia e Italia se prestaron a reunirse con su colega iraní, Manucher Mottaki, para tratar el caso de Ashtiani, lo que fue desestimado por las autoridades de Teherán.

La sentencia de muerte por la lapidación contra Ashtiani ha provocado una campaña internacional por parte de los grupos pro derechos humanos para evitar este castigo que rige en Irán desde las Revolución Islámica de 1979, aunque no se llevaba a cabo desde 2007.