HRW pide explicaciones a las autoridades bahreiníes por la muerte de un joven a manos de la Policía

EUROPA PRESS 30/01/2014 15:11

Según el certificado de fallecimiento, emitido en el hospital militar de las Fuerzas de Defensa de Bahréin, el joven, Fadhel Abbas Muslim Marhun, de 19 años, murió a causa de un "edema traumático cerebral" el pasado 8 de enero. En este mismo incidente resultó herido otro joven, que también fue detenido, Sadeq al Asafur, de 17 años.

"Si las fuerzas de seguridad quieren arreglar la reputación que se han ganado encubriendo los abusos, deben investigar rápidamente la conducta de los agentes que dispararon contra Marhun y que hirieron de gravedad a un joven de 17 años", ha afirmado el subdirector para Oriente Próximo y el Norte de África de HRW, Joe Stork.

"El Ministerio del Interior debe explicar por qué no dijo ni una palabra a los familiares de las víctimas sobre sus hijos desaparecidos durante más de dos semanas", ha añadido.

La Policía no informó del paradero de Marhun hasta que anunció su muerte el pasado 25 de enero, ni del de Al Asafur hasta el 23, cuando fue trasladado desde el hospital militar a una clínica ubicada en la sede del Ministerio del Interior.

En el incidente estuvo involucrada una tercera persona, Ali Abd al Amir Jamis, que no resultó herido y que este miércoles fue acusado por colocar explosivos que causaron daños a varios agentes de la Policía.

El abogado defensor de Al Amir Jamis ha alertado de que las autoridades han impedido que pudiera ver a su cliente. Los familiares que pudieron visitarle en prisión este miércoles han informado a HRW de que después del incidente, Al Amir había pasado 20 días detenida en la sede de la Dirección de Investigación Criminal, donde asegura haber sido torturado.

DETENCIÓN DE LOS JÓVENES

La detención de los tres jóvenes tuvo lugar cuando visitaban a un preso recientemente liberado en la localidad de Marj. Durante el arresto, las fuerzas de seguridad abrieron fuego e hirieron a dos de ellos, tras lo cual les encerraron en régimen de incomunicación.

Un día después, el Ministerio del Interior publicó un comunicado argumentando que los detenidos eran sospechosos de "tráfico ilegal de armas y explosivos". Según el comunicado, Marhun conducía un coche en dirección contraria que se dirigía al lugar donde se encontraban los agentes, por lo que le dispararon en defensa propia.

Sin embargo, las fotos del cadáver muestran disparos en la parte trasera de la cabeza y no coinciden con las declaraciones de Interior. Asimismo, el cuerpo de Marhun presentaba signos de golpes, lo que sería prueba de que fue torturado durante su tiempo en prisión.

"Si las declaraciones de los familiares son ciertas, la muerte de Marhun podría haber sido una ejecución extrajudicial", ha asegurado Stork. "La Policía puede que tenga razones legítimas para querer detenerlos, pero no parece que haya ninguna causa legítima para dispararles", ha añadido Stork.