Lobo dijo en una conversación con periodistas que "el mandato de la OEA", al crear en junio pasado una comisión especial para conocer sobre el regreso de Honduras al organismo, "es claro en el sentido de que a más tardar el 30 de julio presentaría un informe".
"No se dijo que el 30 se regresaba a la OEA", enfatizó el presidente, quien además indicó que hay países del continente que quieren que el caso "se vaya a votación".
El informe de la comisión de la OEA presentado hoy en Washington no se pronuncia sobre el futuro de Honduras en el organismo, y, aunque reconoce avances, también evidencia que quedan por resolver aspectos claves, como la situación del ex presidente Manuel Zelaya, derrocado el 28 de junio de 2009, y los derechos humanos.
El documento que fue entregado hoy por el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, a los países miembros, contiene siete recomendaciones que deben servir de "base para que la Asamblea General pueda adoptar los acuerdos que considere pertinentes sobre la situación de Honduras".
Lobo dijo que Honduras no está queriendo presionar mucho sobre el tema, y en su opinión puede "tomar más tiempo" hasta que "se logre bajar un poco la oposición" de algunos países a que Honduras regrese a la OEA, de la que fue suspendida el 4 de julio de 2009.
"El problema no es con Honduras, sino geopolítico", indicó Lobo al explicar que algunos países del sur de América también tienen diferencias con Estados Unidos.
Agregó que para algunas naciones de Suramérica "Honduras tiene poca importancia" por ser un país pobre.
"Al pobre le es complicado", acotó Lobo, quien señaló entre los países que se oponen al regreso de Honduras a la OEA a Argentina, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela.
La comisión especial creada por la OEA la integran Argentina, Bahamas, Belice, Canadá, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, EE.UU., Guatemala, México, Nicaragua, Panamá, Perú y República Dominicana, y tuvo en cuenta, entre otras, las opiniones de Zelaya, de Lobo y de sus enviados, informes jurídicos y la postura de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El informe se centra en cuatro puntos específicos: las condiciones que hagan posible el retorno a Honduras de Zelaya y de miembros de su Gobierno; la incorporación del ex gobernante al Parlamento Centroamericano (Parlacen); la situación de los derechos humanos y el diálogo político amplio para superar la crisis.
Zelaya fue derrocado cuando promovía una consulta popular para reformar la Constitución, pese a tener una prohibición legal.