Para que Obama pueda ganar las elecciones del 20 de enero de 2009 tendrá que conseguir el apoyo de los simpatizantes de Clinton, quien abandonó la contienda el pasado sábado.
El candidato negro tendrá que redoblar sus esfuerzos en las próximas dos semanas, porque los asesores de McCain elaboran estrategias para robarle estos grupos que antes votaron a Hillary Clinton. Las mujeres, los latinos y los electores de clase trabajadora.
Obama, por su parte, intentará a su vez captar el voto de los miles de republicanos decepcionados por los resultados de la guerra de Irak y la desfavorable evolución de la economía.
Para afianzar los 270 votos del Colegio Electoral que se requieren para ganar la presidencia Obama tendrá que centrar sus energías en estados como Iowa -un estado de mayoría blanca que fácilmente ganó en enero pasado-, Virginia, Carolina del Norte, Nuevo México, Nevada y Colorado.
En fin, la campaña es ya un duelo: Obama, el candidato del cambio frente a McCain, que se vende como un hombre curtido para las grandes batalla y experimentado.ZA