El grupo de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), encabezada por la embajadora de Ecuador ante la Organización de Estados Americanos (OEA), María Isabel Salvador, pidió hoy al presidente del Consejo Permanente, Joaquín Maza, que posponga 24 horas la sesión que intenta desde el pasado día 3 buscar una solución al conflicto limítrofe entre Costa Rica y Nicaragua.
El conflicto se desató el 21 de octubre por las labores del dragado del río San Juan y la presencia de militares nicaragüenses en una parte de Isla Calero.
ALADI ha pedido el aplazamiento porque cree "muy importante realizar gestiones adicionales al más alto nivel que permitan a ambas partes llegar a un acuerdo y a una solución pacífica".
En el día de hoy no se produjeron reuniones bilaterales entre San José y Managua, porque "no hay la credibilidad y la confianza en estos momentos para ello" y es por lo que Costa Rica pide el acompañamiento de la OEA para las conversaciones, señaló en rueda de prensa el canciller de Costa Rica, René Castro.
Indicó que su país decidió dar un "chance adicional a la paz".
"Hemos aceptado porque es acorde a nuestros principios y nuestra posición, y hemos sido también claros y tajantes acerca de que esos chances a la paz no pueden significar ni entenderse como que se puede posponer la acción de la OEA sin plazo alguno", dijo.
En este sentido, dejó claro que se trata del último ultimátum que da su país a Nicaragua para que retire sus tropas de Isla Calero, después del de 48 horas que le dio el martes.
Por ello, dijo, si el viernes "se mantiene el incumplimiento de Nicaragua", pedirá a la OEA una reunión de consulta de cancilleres, que puede establecer sanciones de diferente gravedad y complejidad, incluso la suspensión de un país.
"En pocos días, la semana próxima habría una reunión al más alto nivel de la OEA", si Managua no cede y no acepta las recomendaciones que hizo el secretario general, José Miguel Insulza, a ambos países.
Insulza recomendó a San José y a Managua que celebren la VIII Reunión de la Comisión Binacional, prevista para el 27 de noviembre, con el acompañamiento de la OEA.
También les aconsejó que eviten la presencia de fuerzas armadas o de seguridad en el área donde su presencia podría generar tensión.
Dijo que cerca del campamento nicaragüense en Isla Calero, pero dentro de su territorio, ese país mantiene una base militar con cerca de 600 efectivos, helicópteros artillados y botes.
El número de soldados extranjeros en territorio costarricense ha oscilado entre 50 y 100 en los últimos días, indicó.
"A esta hora y en esta fecha, Nicaragua no ha cumplido y se encuentra en franca oposición al informe de la OEA", señaló Castro.
Mientras, Managua, que niega que tenga militares en territorio costarricense, informó de que el jefe del Ejército, el general Julio Avilés, y el presidente de la Asamblea Nacional, el sandinista René Núñez, visitaron hoy la zona en disputa.
De acuerdo con Núñez el sitio donde están los soldados nicaragüenses "siempre ha sido de Nicaragua" y afirmó que no visitaron Isla Calero, que reconoció pertenece a Costa Rica, y donde aseguró que nunca ha habido presencia militar de su país.
Según Castro, varios presidentes están actuando para intentar convencer a Nicaragua de la conveniencia de que ceda.
Una vez agotadas todas las medidas, San José no descartaría pedir a la OEA la suspensión de Nicaragua, afirmó.
Indicó que su país defenderá "su soberanía con los mecanismos que tiene a mano".
"No dudaríamos llegar a ese nivel su fuera necesario", recalcó, aunque admitió que sería "muy triste" que la solución fuera ésa.
Eso sí, dijo "hacemos votos y oraciones para que esto no llegue" a pasar.
La suspensión, dijo Castro, "no es algo que país alguno desea" por el aislamiento y las sanciones que supone.
En la historia de la OEA, el organismo sólo aplicó la suspensión en dos ocasiones: a Cuba en 1962 -que fue readmitida en 2009- y a Honduras, también el año pasado, por el golpe de Estado.